Promesa de amnistía 'por escrito'

Pedro Sánchez y Carles Puigdemont

EFEPedro Sánchez y Carles Puigdemont

La investidura de Feijóo no avanza salvo ‘rebelión’ (palabra ahora maldita) en el PSOE contra Sánchez, lo que empiezan a no descartar en ciertos ámbitos de la sede de Ferraz. Lugar donde, ahora y como en La Moncloa, están a la espera de que Puigdemont dé marcha atrás y acepte el investir a Sánchez antes de la ley de amnistía.

Pero en ese caso, eso sí, con el público compromiso de Sánchez de que habrá amnistía después de su investidura, aunque llamará a la Ley de otra manera para no soliviantar a los diputados del PSOE. Y se procederá a su tramitación sin procedimiento de urgencia, porque de hacerlo así Sánchez podría incurrir en ‘fraude de ley’.

De manera que el plan en negociación y siempre que Puigdemont recule sería: primero investidura de Sánchez y público compromiso del todavía presidente en funciones durante el debate de su investidura de que habrá Ley de amnistía para Puigdemont y sus compinches.

Pero hete aquí que Puigdemont y sus siete diputados quieren antes de votar tener la garantía de que Sánchez -que es un mentiroso compulsivo y cambia fácilmente de opinión- cumplirá su promesa de aprobar la amnistía.

Y entonces entran en escena los de ERC que están pidiendo a Puigdemont que recule y facilite la investidura y dicen: pues que Sánchez se comprometa ¡por escrito!

Lo que sin duda sería un trágala para Sánchez, ante toda España y también ante el PSOE. Pero como Sánchez es capaz de todo si tiene que poner su promesa con su firma y por escrito la escribirá de puño y letra por más que arrecie y sea cada vez mayor clamor el nacional contra Sánchez y el PSOE.

Además ese ‘escrito’ para Sánchez -y como parece pensar el jefe del PSOE de la Constitución- es solo ‘un papel’. Lo que debería saber Puigdemont porque de promesas incumplidas de Sánchez hay un montón.

O sea, ahora estamos en la fase de que recule Puigdemont a cambio de una promesa escrita de Sánchez que luego la puede cumplir o no. De manera que da igual que se comprometa con la amnistía por escrito o de viva voz porque luego Sánchez hará lo que le dé la gana.

Y porque Sánchez sabe que, antes de que apruebe la amnistía, que luego irá de cabeza al Tribunal Constitucional -previo conocimiento del TS- para que el TC diga su última palabra, pueden pasar dos años.

Un tiempo suficiente para que terminen los trámites de la Justicia europea y para que, por fin, Puigdemont sea extraditado a España. Donde entraría en prisión en espera de juicio y condena y de un indulto de Sánchez allá por 2026. Es decir que Sánchez está dispuesto a todo incluso a tomarle el pelo (el flequillo) al mismísimo Puigdemont, el prófugo de Waterloo.

Sobre el autor de esta publicación

Marcello

Un Jack Russell de pura raza, que cursó estudios de criminología en Oxford, y se licenció "cum laude" en el master de sabuesos de Scotland Yard. En Inglaterra conoció a un bisnieto del perro de Baskerville y en Estados Unidos (donde tiene a dos primos hermanos, Uggie ganador de un Oscar con 'The Artist' y Eddie, el perro del psiquiatra Frasier Crane) trabajó a las órdenes del FBI. De regreso a España se dedicó al periodismo que es profesión mas arriesgada que la lucha contra el crimen internacional, y en esto de Internet lleva casi doce años y sin descansar