Pongamos que Vinicius juega en tu equipo

Vinicius

EFEValencia - Real Madrid

El veloz extremo del Madrid es quizás el jugador que sufre más faltas en toda la Liga y el que de vez en cuando oye que le gritan “mono”, orangután provocador o tonto. Sin embargo, el jugador ni sale al campo insultando al equipo local, no hay cortes de mangas dirigidos a la tribuna cuando pisa el césped, ni se distingue por dar leña. Para nada, recibe mucho y, sin embargo no da.

Es posible que después de haber sufrido dos tarascadas no sancionadas, una de ellas probablemente dentro del área, el fogoso brasileño practique un “piscinazo” e incluso, infantilmente, que tengo un gesto de cachondeo con el colegiado. Puede ser. Eso, con todo, no justifica que se lo bautice como provocador y menos aún que se le dediquen epítetos racistas de la peor especie.

Yo no creo que España sea racista, practicamos la convivencia más ampliamente que bastantes sociedades, pero ignorar que el fútbol hay brotes frecuentes de racismo consentidos y sin reacción palpable de la mayor parte de los espectadores es obvio y constante. Negarlo es estar ciego. Que a la llegada del autobús del Madrid a Mestalla hubiera gritos racistas, que los dirigentes del Club local no hicieran advertencias por los altavoces de la posible sanción que el hecho podría tener y que un sector minoritario pero no despreciable del público (¿quinientos, mil espectadores?) profirieran insultos graves contra Vinicius deja en el observador foráneo y en muchos medios de información la impresión de que en España hay más racismo del que creemos. Abundantes medios extranjeros se han hecho eco de ello, con un mazazo a nuestra imagen, e incluso Lula ha salido a la palestra indignado. No descarto que el político brasileño haga su poquito de demagogia en un país en el que hay más de un tercio de población negra y que venera el fútbol, pero en el fondo del tema su indignación es correcta. Los insultos a Vinicius, la forma como se le castiga en el césped, ¿hay equipos que lo hacen adrede para sacarlo de sus casillas?, no tienen perdón.

Menos razón poseen los políticos brasileños cuando deslizan que van estudiar aplicar la extraterritorialidad de la ley brasileña. ¿Qué sandez es esa? ¿Apuntan a que van a presionar para que la ley brasileña sea aplicada por nuestros tribunales o van a averiguar quién le grita a Vinicius, y si el culpable no es castigado en España, Brasil lo raptarán a lo Eichman o lo detendrán si hace turismo en Copacabana?

A los hinchas de equipos que detestan a Vinicius y de paso al Real Madrid yo haría que consideraran qué pensarían si el jugador se alineara con sus colores y su mayor pecado es que es capaz, en un día de inspiración, de burrear repetidamente al defensa que lo cubre y a alguno más. La genialidad del extremo se convierte en humillación También pueden preguntarse que pasaría si a “su” Vinicius la televisión le sacara empleando la fuerza o un sopapo para separarse de un contrario pero en el reportaje no apareciese que previamente ese contrario lo tenia acogotado atenazándole fuertemente el cuello.

Si ese escamoteo se produjera con su Vinicius y frente al equipo del Bernabéu muchos de esos hinchas concluirían que “así gana el Madrid” y que el club de la capital de España está apoyado por el gobierno de la nación, por la banca y por todas las mafiosas multinacionales. Y unos pocos, tal vez un puñado reducido concluiría: “Mimado con Franco y mimado ahora”.

Sobre el autor de esta publicación

Inocencio Arias

Andaluz, es un veterano diplomático con más de cuarenta años en la profesión y que ha ocupado cargos importantes en el Ministerio de Exteriores con los tres gobiernos anteriores de la democracia.

Ha sido, curiosamente, Portavoz Oficial del Ministerio con la UCD, el PSOE y el PP amén de Secretario de Estado de Cooperación (segundo cargo del Ministerio) con el PSOE de F. Gonzalez y Embajador en la Onu con el PP de Aznar, etc.

Fue durante dos años Director General del Real Madrid. Ha sido profesor en la Complutense y en la Carlos III.

Ha colaborado profusamente en varias publicaciones, radio… y publicado tres libros: “Tres mitos del Real Madrid”( Plaza y Janés), ”Confesiones de un diplomático”(Planeta) y recientemente con Eva Celada “La trastienda de la diplomacia” (Plaza Janés) que ha agotado en poco tiempo tres ediciones.

Es seguidor del Real Madrid y forofo de Chejov, Mozart y Di Stéfano.