Da lo mismo lo que decidan los dirigentes de lo que queda de Podemos a lo largo de la mañana de hoy; sumados a SUMAR se quedan en nada, y separados de Sumar, también. Ha sido una agonía acelerada, tanto o más que la de Ciudadanos; las dos formaciones políticas que venían a renovar y alborotar el mapa político español que se han disuelto en cuando han tocado poder: muertos por méritos propios, por sus errores estratégicos y tácticos.
Raúl del Pozo, desde la distancia de la experiencia, escribió esta mañana en su columna de El Mundo un pliego de cargos sobre Pablo Iglesias que enumera con precisión los errores del personaje que, ha sufrido satanización (dice Felipe Alcaraz), un odio irracional (dice Raúl) … pero que como advierte Raúl: “olvida sus escraches, sus cacerías a periodistas, sus ataques trumpistas a la libertad de expresión, su complicidad con los separatistas. Lo que han hecho de bueno se ha borrado por su radicalismo de puntapiés y su demagogia populista e irracional tratando de cambiar lo que llaman ultraderecha mediática por una ultraizquierda infantil. Los dirigentes de Podemos ya son casta y el propio Pablo vaticinó que si se convertían en casta estarían muertos. No solo han conseguido el rechazo de lo que consideran caverna, sino de sus aliados de coalición que no pueden verlos ni en pintura. Tampoco los quieren sus compañeros de la revuelta”.
No se puede decir más en menos espacio; más que un diagnóstico es una descripción de a lista de errores sucesivos y simultáneos de un personaje que creó un partido original y moderno para devorarlo por su propia ansiedad. Para rematar las dirigentes de Podemos han redactado una pregunta referéndum a sus militantes que no hay por donde cogerla. Recuerda la que el gobierno de UCD hizo a los andaluces sobre la autónoma que fracasó y mando el partido al cementerio.
El acta de defunción del viejo Podemos se puede escribir esta misma semana mediante la entrega a SUMAR o tras la cita electoral del 23 de julio. Como curse el entierro es un asunto menor, como lo será el de Ciudadanos, como lo fue el de UPyD, el de UCD, el del PSP y el de no pocos partidos más o menos gloriosos o irrelevantes que hemos conocido durante el último siglo. Muerto el rey, viva el Rey; acabado Podemos aquí está SUMAR. No serán dos, solo uno.