Pero cómo se atreven desde el Gobierno y PSOE a hablar de ‘tránsfugas’ cuando están pactando y negociando en secreto con el tránsfuga más grande de España como es Carlos Puigdemont. El que se fugó del país en el maletero de un coche tras dar un golpe de Estado en Cataluña y abandonar, como gran cobarde que es, a sus compañeros del gobierno catalán que acabaron ante los jueces y luego en prisión.
Si Sánchez estuviera tan seguro de que sus diputados no votarán en contra de su investidura, como presumen en el PSOE, se tomaría a chufla las invitaciones para que cambien su voto que, desde el PP, se hacen a diputados socialistas de manera burda e inútil. Porque eso se suele hacer con discreción en las votaciones parlamentarias sobre cualquier cuestión.
Pero ver a Sánchez en Barcelona hablando de transfuguismo resulta un tanto chusco y revela que no tiene otra cosa que decir porque no puede hablar de la amnistía. Y porque sabe que, a muchos socialistas en toda España y, entre ellos bastantes del PSC, les repugna el pacto de Sánchez con ese gran tránsfuga que es Puigdemont.
A Sánchez se le está haciendo muy larga la espera de la investidura de Feijóo y sin duda está impresionado por las más de 50.000 personas que ayer arroparon en Madrid al líder del PP. Temeroso de que ese clamor, contra la amnistía y el pacto con Puigdemont, se extienda y empiece a proliferar por toda España entre los socialistas, los centristas y los conservadores que defienden la democracia y denuncian la amnistía a los golpistas.
Y ello antes que le toque a Sánchez el turno de su investidura en un Congreso. La que estará ‘rodeada’ por un ‘clamor nacional’ en contra de Sánchez y de su aliados los golpistas catalanes.
Puigdemont es un tránsfuga cobarde y Sánchez es un tránsfuga autocrático que ha traicionado al PSOE democrático de la Transición para pasarse a un partido llamado ‘Sanchismo’, que practica el culto al líder y su ‘eterna’ permanencia en el poder.
Y todo ello por encima de la legalidad y del interés general de la nación, una vez que el tránsfuga Sánchez también lo es de su públicos compromisos de los que se desdice con gran facilidad escondiéndose en el maletero de su coche oficial.