No se toman en serio a Tamames

No se toman en serio a Tamames

EUROPA PRESSRamón Tamames.

Vox tiene derecho a presentar una moción de censura incluso para perderla, no va a ser ni la primera ni la última. Y Ramón Tamames tiene el mismo derecho a ejercer ese derecho por cuenta de Vox y en nombre propio. Es extravagante, no figura en el manual de usos y costumbres, pero es legítimo. Unos ponen pegas por la edad del candidato, pero se trata de un argumento inconsistente ya que el personaje está en uso de sus facultades, más allá de utilizar un bastón para caminar que suele mezclar utilidad y, a veces, coquetería. Además, Tamames tiene discurso, capacidad de análisis y libertad personal para decir lo que le venga en gana, incluido un discurso abierto y ocurrente sobre lo que haría si fuera presidente. Como no va a ganar puede ir muy lejos ya que no tendrá que demostrarlo.

No es posible que la moción Tamames consiga los votos necesarios para aplicar a Sánchez la medicina que este aplicó a Rajoy; por lo que lo que se puede esperar es un debate académico peculiar en que nadie se juega nada concreto, pero con riesgo de resbalón de los censurados, es decir, el presidente del gobierno o alguno de sus subalternos.

En el Congreso los grupos parlamentarios, los partidos del arco excepto VOX, no están cómodos con la ocurrencia Tamames, no estaba en el mapa, incómoda. Dudan entre el desdén (lo más habitual) o tomarse en serio el caso. Desde la Moncloa el mensaje oficial es que están encantados con la moción que consideran irrelevante salvo que va a desgastar al PP, que es el mensaje permanente del gobierno. ¡qué malo es Feijó y que fachas son los de PP!. Un mensaje que debe dejarles satisfechos pero que puede ser entre inane y contraproducente.

A Tamames conviene tomarle en serio porque no tiene nada que perder; es muy probable que esté preparando un discurso brillante, ocurrente y muy crítico, porque como dijo Churchill lo importante es política no es tanto decir como hacer, pasar a la acción. Y el candidato no va a pasar a la acción, solo va a criticar, a hablar, a entretener y a pasarlo bien.

Lo interesante vendrá con las respuestas, con las réplicas de Pedro Sánchez primero a las críticas y luego a las propuestas. Tiene que elegir un esquema respetuoso e inteligente. Ir a arrasar a Tamames puede ser un error de soberbia; y utilizar un tono indulgente, perdonavidas puede ser altanero. Ni el desdén ni la arrogancia.

Aunque algunos sostienen que el Partido Popular y, más en concreto Feijóo salen perdedores de mano, no me parece hipótesis probable. El PP no se juega nada, sus votos no sirven para nada y les vale no hacer ruido utilizando los argumentos de Tamames para reforzar sus críticas al gobierno, para desgastar a su adversario en vísperas electorales. Es raro, extravagante, pero no tomárselo muy en serio sería un error; hay que esperar el desarrollo del partido para sacar conclusiones y dictar el resultado. Tamames debe de estar pasándolo bien.

Sobre el autor de esta publicación

Fernando González Urbaneja

Nacido en Burgos en 1950, licenciado en Ciencias Políticas y titulado en Periodismo.

Desde 1999 hasta el año 2006 profesor asociado del departamento de Historia Económica en la Universidad Carlos III.

En la actualidad es colaborador habitual de los diarios ABC y otras publicaciones. Desde noviembre de 2003 a diciembre de 2011 preside la Asociación de la Prensa de Madrid y desde abril del 2004 hasta septiembre de 2008 Presidente de la Federación de Periodistas de España (FAPE).

Autor de los libros “Rumasa” (Planeta, 1983); “Banca y poder, la pasión por ser banquero” (Espasa Calpe, 1993); “Ética en la empresa informativa” en “Ética y empresa, visión multidisciplinar”, (Fundación Argentaria-Visor, 1997).

El Gobierno le designó en mayo de 2004 como miembro del comité de expertos para la reforma de los medios de comunicación de titularidad del Estado.

Actualmente es Decano del Departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual Facultad de Ciencias de la Comunicación Universidad Antonio de Nebrija.