No debería Emiliano García-Page, el Presidente de Castilla La Mancha y máximo dirigente de los socialistas manchegos, seguir jugando con el fuego abrasador de la Ley de amnistía que, como dice Oriol Junqueras, ya está pactada entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont.
Aunque entendemos que García-Page está esperando a que, una vez fallida la investidura de Alberto N. Feijóo, su secretario general Pedro Sánchez se vea en la obligación de alzar el velo que, de momento, oculta los pactos que están negociando entre el palacio de La Moncloa y la guarida que el prófugo de la Justicia Carles Puigdemont tiene en Waterloo.
Pero llegará el momento de la verdad cuando aparezca el proyecto de Ley de amnistía y entonces García-Page deberá decir si la acepta sumarse a tan infame proyecto de Ley o si, por el contrario, se opone a ella como debiera y decide hacer cuanto esté en su mano para impedir semejante atropello al Estado de Derecho, la Democracia y la Constitución Española de 1978.
Para lo que solo existe un camino: que de 5 diputados socialistas voten en contra de la investidura de Pedro Sánchez o que 9 de ellos decidan abstenerse en la votación. Lo que pueden hacer durante la investidura del candidato Sánchez o, más adelante, durante la tramitación y la votación de la citada Ley.
Sin embargo antes de llegar a esa situación extrema García-Page, y también su compañero y aliado en estas lides, el socialista aragonés Javier Lambán (entre ambos suman 8 y 4 diputados, respectivamente), deberían dejar clara ante la ciudadanía, su partido y Pedro Sánchez cuál es su posición y hasta donde son capaces de llegar cuando se les presente la ocasión.
Mientras tanto Sánchez, que se escuda diciendo que hay que esperar a ver que pasa con la investidura de Feijóo, parece seguir avanzando de manera decidida al pacto con Puigdemont y a pesar de que en JxC y ERC no dudan en afirmar que la Ley de amnistía está pactada y nunca renunciarán a la vía de la ‘unilateralidad’.
Y ello a pesar de que Sánchez, en privado, ha dicho que para poder aprobar la Ley de amnistía es necesario que ERC y JxC renuncien, desde ahora, a no volver a hacer una Declaración Unilateral de la Independencia de Cataluña, como la que hicieron el 27 de octubre de 2017.
Aunque mucho tememos que si Junqueras y Puigdemont se plantan en esta cuestión Sánchez se allanará, porque su prioridad es la investidura al precio que sea y al que le impongan Junqueras y Puigdemont.
Pero mientras tanto habrá que estar atentos a los pasos y las palabras que vaya dando y diciendo García-Page, quien ayer asistió en el Ateneo de Madrid al acto de presentación del libro de Alfonso Guerra, ‘La rosa y las espinas’, que presidió Felipe González. Y al que asistieron numerosos ex dirigentes y ex ministros socialistas como Nicolás Redondo, el ahora recién expulsado del PSOE por orden de Pedro Sánchez.
Y donde González y Guerra hablaron alto y claro en contra de los pactos de Sánchez con Puigdemont.