De forma inesperada, a última hora de la noche de ayer, el torero José Antonio Morante de la Puebla ha decidido cortar definitivamente la temporada. Así lo comunicó al periódico ABC de Sevilla el apoderado del diestro, Pedro Jorge Marques, transmitiendo el dictamen y el consejo del traumatólogo que se ocupa del tratamiento de la lesión que padece Morante en su muñeca derecha, dolorosa dolencia que arrastra a lo largo de este año; una campaña que había planteado rematar participando intensamente en corridas de “alto voltaje”, a celebrar –mayormente—en Plazas de primera categoría.

Tras la inevitable y doblemente dolorosa decisión, Morante le da media verónica a la temporada y se retira a descansar, siguiendo los consejos médicos, para comprobar la evolución de la lesión y valorar, como último recurso, la intervención quirúrgica.

De esta forma, el de la Puebla será baja hoy en la corrida de Úbeda (Jaén), en la de mañana en Sevilla (despedida de los ruedos de El Juli), en la del próximo día 8 de octubre en Valencia y la del 12 en Madrid, descabezando la feria de El Pilar de Zaragoza, donde estaba anunciado los días 13 y 14 siguientes.

La noticia pone patas arriba un final de temporada en el que Morante había asumido un protagonismo principal, con el consiguiente perjuicio para las taquillas de las Plazas referidas. A estas horas, los candidatos a ocupar la vacante que deja Morante se reducen a un número escaso de toreros que sintonicen con su “palo” artístico, y en Sevilla, para la corrida de mañana,  ya se hablaba anoche de Pablo Aguado (que ayer cortó oreja) y, sobre todo, de Juan Ortega, que está realizando un magnífico final de temporada y no estaba anunciado en la presente feria de San Miguel sevillana.