Los tribunales siguen rebajando penas (ayer con otros dos nuevos casos) de los delincuentes sexuales condenados a prisión, por culpa de la incapacidad política de la ministra Irene Montero, que ya no va a tener más remedio que aceptar su error y apoyar la reforma de esta chapucera Ley del ‘sí es sí’.
Reforma a la que ella aún se opone exhibiendo su particular ‘violencia política’ al llamar ‘machistas’ a los jueces desde el Gobierno de España. Pero una reforma que se presentará como imparable y urgente.
Y que se hará más necesaria en cuanto el Tribunal Supremo les dé la razón, que se la dará, a los jueces que al aplicar la Ley de Montero no tuvieron más remedio que reducir las condenas de los delincuentes sexuales de manera definitiva e irreversible, porque no se podrá aplicar la retroactividad.
Y también Montero se va a tener que tragar la reforma de su proyecto de Ley Trans que el PSOE exige reformar para que no sea inconstitucional. Y máxime tras lo ocurrido ahora con la Ley del ‘sí es sí’.
Pero los problemas de Montero no se van a quedar ahí porque esta ministra incapaz, que se hace la víctima de Vox y a la que las feministas del PSOE le han pedido en público la dimisión, tampoco va a lograr como ella pretende convertirse en la líder y el cartel electoral de UP, por mucho que se empeñe Pablo Iglesias.
Porque comienzan a ser muchos los dirigentes de Podemos que prefieren como líder de UP a Yolanda Díaz. A la que Iglesias, con su habitual ‘violencia política’, calificó de ‘miserable, cobarde y estúpida’.
De manera que si Montero se empeña en liderar electoralmente a UP corre un alto riesgo de ser derrotada por la plataforma Sumar de Díaz, empujando en ese caso a Podemos hacia su auto destrucción.
Aunque todavía podemos asistir a un nuevo y rocambolesco espectáculo del matrimonio Iglesias-Montero sí, indignados por las reformas imparables de la Ley Trans y la Ley de ‘sí es sí’, deciden salir del Gobierno de Sánchez (que ya tiene sus PGE de 2023 en el bolsillo) para empezar su campaña electoral de los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo.
Lo que sería un disparate suicida de Iglesias y Montero. Aunque ambos, sumidos en la furia, son capaces de cualquier cosa en la creencia, además, de que así le tomarían la delantera a Díaz y a su proyecto Sumar.