Francia se permitió una siesta ante Túnez y perdió. Estaba ya clasificada y Deschamps alineó al equipo B porque le pareció suficiente. Con los tunecinos ganando, el seleccionador francés recurrió a los mejores para enmendar lo ocurrido, pero ya fue tarde. Francia no había perdido, pese a ello, su condición de ser una de las favoritas, de equipo que aspira a ganar dos veces consecutivas. Contra Polonia las circunstancias obligaban a jugar con el equipo de gala y ganar porque ello en esta fase de eliminatorias directas ya no es posible una cabezada. Tardó en despejar las dudas porque Polonia tuvo varias ocasiones para marcar. En una de ellas, con dos remates en la misma jugada. Polonia perdonó y en estos campeonatos, perdonar se paga. Se paga con creces cuando delante hay jugadores como Mbappé, que aspira a ganar la Bota de Oro mundialista. Dos de sus remates fueron propios de gran estrella. Sobre todo, el que fue tercero para su equipo. Francia tiene en Mbappé, lo que en otras ocasiones fueron las figuras de los campeones. París avista la playa con Mbappé al timón.
Francia en cuanto tuvo necesidad pisó el acelerador y en el último minuto de la primera parte marcó Giraud que con ello se convirtió, con su tanto 52, en el máximo goleador francés en los mundiales. La historia mundialista de Francia siempre ha tenido buenos artilleros. El primero fue en Suecia-54. La marca la estableció Just Fontaine que hizo trece dianas. Ahora quienes se apuntan las cifras ante los porteros adversarios aportan otras cualidades además del remate. Mbappé ha sido el futbolista más deseado en el pasado verano. El Madrid lo tuvo en sus preferencias, y se quedó sin su contrato porque el PSG aportó al contrato una gran fortuna y el jugador se quedó a jugar en París.
El fichaje del jugador casi se convirtió en cuestión nacional porque hay en Francia el deseo de que por fin se rompa la superioridad madridista y sea la capital gala la que pueda aportar la Liga de Campeones. Francia se quedó sin la copa europea en los tiempos del Stade Reims cuando el Madrid de Di Stéfano los cinco torneos consecutivos. Ahora, el reto lo pone Mbappé.
La selección actual campeona del mundo no es solo Mbappé. Cuenta con compañeros que le facilitan la labor porque hay conjunto fiable en todas sus líneas. Para dar ejemplo, Griezmann, la figura de hace cuatro años, es ahora la estrella sacrificada. Trabaja a destajo de manera ejemplar. El caso de Argentina con Messi es menos creíble porque no hay tanta fortaleza en el once.
Francia ha dado un nuevo toque de atención y ha sido ante una selección, Polonia, que en esta ocasión no se limitó a conservar como hizo para clasificarse. En las anteriores ocasiones Lewandowski jugó solo y abandonado en la delantera. Contra los franceses con la necesidad de ganar los polacos crearon otro ambiente de disputa futbolística. Ante los campeones les fue imposible vencer porque desperdiciaron sus oportunidades. Lewandowski marcó pero de penalti y en una situación más que anecdótica. Si primer tiro lo hizo tan flojito que Lloris le adivino la intención y detuvo el balón. El guardameta francés se adelantó tanto que fue obligado repetir el castigo. Lewandowski hizo la misma jugada, con la paradinha y esta vez le valió el truco para marcharse con un tanto en su haber. Polonia había caído ente Francia de manera casi natural. Perdió contra quienes se han vuelto a postularse para campeonar, que dicen los argentinos.