Hoy llegaron las primeras golondrinas.
Me dijo Antonio esta mañana que las había visto volando.
Amaneció un día precioso, con los grelos florecidos.
Había un silencio de brisa del sur en el aire.
Fuimos a las cuadras.
Al portalón de entrada, le da de lleno un sol que entró con nosotros.
Miramos arriba.
No había nidos, o “niños”, como se llaman a los nidos en gallego.
Las cuadras estaban limpias de piares.
El frescor, seguía guardado entre las paredes de bloque gris de la cuadra, pero ya sin olor, ni vacas, ni terneros, ni paja, ni moscas, ni niños, ni golondrinas.
Sólo había cosas, bien coladas.
Vigas de madera de pino, un tractor, patatas.
Se conoce que las golondrinas se fueron volando para siempre con las vacas.
Nunca sabemos bien lo que perdemos cuando perdemos algo.
Menos mal que aún quedan golondrinas en las cuadras de Manuela.
El ganado tiene mucho que ver con la Biodiversidad y con algunas especies, también vegetales, que se dispersan por los caminos con el barro.
El Rural habitado, con sus casas y sus cuadras y sus personas y sus animales y sus leiras y sus huertas y sus montes y sus pastos, no nos damos cuenta de cuánto vale, hasta que se ha perdido.
Pero ahora nos quieren echar de aquí poniendo ventiladores gigantes para que nos vayamos volando.
¿Y luego qué?
¿Explotar a cielo abierto alguna mina como les ha pasado a los de Muras?
¿Poner una factoría de aluminio?
Señora conselleira de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, siga usted “al tuntún” con los pies en la moqueta.
Alguien que desprecia, como hizo usted la semana pasada en sede parlamentaria, ¡con tanta jactancia!, la propuesta firmada por miles de vecinos y vecinas de toda la comarca, está incapacitada para entender la imperiosa necesidad de estudiar la declaración de Espacio Natural Protegido para los Montes do Gato y su Patrimonio Cultural y Natural, y para la protección del modo de vida en el Rural de Galicia.
¿Sabe una cosa?
Con el barro que llevamos en nuestras botas, hacen los nidos los pájaros que vuelan más alto y llegan más lejos que nadie.