Los tres grandes favoritos, los que ocupan los primeros lugares de las apuestas ya han dado la cara. Francia, Brasil y Portugal han sido los primeros en clasificarse para la ronda de octavos de final. Sus victorias no han sido triunfos brillantes, arrolladores, salvo el 4-1 de Francia a Australia. Los demás resultados han sido casi ajustados. Portugal, por ejemplo derrotó a Ghana por el 3-2, que no respondía a la potencialidad real de cada selección. En un Mundial en el que no hay enemigos pequeños que Brasil venza a Suiza por un solitario dignifica tanto a los clasificados para jugar el torneo como a los aspirantes el título.
En la lista de grandes aspirantes no está un clásico como Alemania. España, aunque ha dado buena imagen, no se ha ganado todavía el respeto de las casas de apuestas. Le falta clasificarse y para ello deberá ganar a Japón, que dio la campanada cuando derrotó a Alemania.
Este campeonato está potenciando más que nunca la presencia de selecciones africanas y asiáticas en las que nunca se confía para el triunfo final. Su presencia destacada se debe, sin duda, a la globalización, a la universalización del fútbol, que ya tiene presencia importante incluso en Estados Unidos, país que se ha clasificado repetidamente y que está fomentando su liga que, en otros tiempos, fue simplemente recurso para viejos jugadores europeos para terminar su carrera de manera poco competitiva.
La primera llamada fue el Cosmos de Nueva York, que alineó nada menos que a Pelé, que fue el primer gran reclamo para que en el país se interesaran por el fútbol. Este deporte, sin embargo, aunque ha aumentado considerablemente el número de fichas y posee una selección femenina que ha sido campeona mundial, continúa teniendo menor cobertura televisiva y seguimiento que el fútbol americano, que no es futbol ni rugby, el hockey hielo y el baloncesto. En el año en que Estados Unidos organizó el Mundial, los medios estadounidenses destacaban la presencia del portero, Meola, de apellido italiano, y que era el único jugador del conjunto que jugaba con las manos.
Estamos ya en vísperas de los partidos en que han de buscar su clasificación equipos aspirantes como España y Alemania. Queda menos para que no sea echar la moneda al aire porque se ha ganado con su competitividad un puesto para que se la tenga en cuenta. La selección española está en disposición de acercarse a los tres más destacados del momento.
Posdata. Las televisiones se han llenado de comentaristas exfutbolistas. Da gusto oír a Álvaro Benito.