El resultado adverso o poco favorable como el empate en el Bernabéu con el Rayo Vallecano, hay quien lo magnifica aunque muy desfavorablemente. De momento, ya hemos entrado en la dinámica de que el equipo no marca goles si no se los anota Bellingham. Cuando el Madrid no gana un partido del que se presupone que saldrá vencedor se entra en estado de crisis. Y no es para tanto porque los estados de ansiedad duran poco en el Real. Sobre todo, cuando juega en Europa.
No hay demasiadas razones para llegar a la conclusión de que la baja de Benzema se va a notar demasiado. Es cierto que éste no solo marcaba tantos y distancias futbolísticas sino que, además, lanzaba a sus compañeros hacia la delicia del gol. Efectivamente, Vinicius y Rodrygo no están en su mejor momento. Ambos han renovado sus contratos muy favorablemente. En el de Vinicius no se sabe si también consta la contratación de un psicólogo personal.
En el Madrid los males se curan en cuanto llega la Liga de Campeones y ya estamos de nuevo en ella. En la primera vuelta al máximo torneo continental tenemos en el orden del día al Atlético, que en el Metropolitano, se enfrenta al Celtic escocés, y al Barça que visita al Shakhtar, que juega en campo prestado por la lamentable invasión de su país por Rusia. Para el miércoles contamos con Real Madrid, que recibe al Braga en partido muy favorable para sus cuentas, la Real Sociedad, anfitrión ante el Benfica, con el que también tuvo resultado positivo y el Sevilla visita al Arsenal. Es el peor de los conjuntos españoles con respecto a la posibilidad de seguir en la segunda fase, pero también hay que aguardar que renazca pese a que ni siquiera lo hace en la Liga.
La invasión de las competiciones europeas y la programación de partidos en lunes y viernes nos lleva a la sesión continua. Se corre el peligro de que se produzca hartazgo aunque en invierno casi se agradece la programación para sillón y sofá.
Posdata. El Villarreal destituyó a Quique Setién. La contratación de Pacheta no ha producido mejores resultados. Tal vez el fichaje de Marcelino, que volvería al Madrigal, se produzca casi inmediatamente.