No sé a qué esperan sus compañeros leales y demócratas del PSOE para convocar un homenaje en honor de Nicolás Redondo Terreros en desagravio y apoyo político y personal para este ejemplar servidor público y gran persona que es Redondo, tras su infame e injusta expulsión del PSOE.

Un homenaje merecido a Redondo que, durante los años de plomo de ETA, lideró el PSOE Vasco con una entereza y valentía ejemplar. Y que se ha visto humillado, con su expulsión, por una orden del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Y ante el silencio y la complicidad de muchos compañeros de partido, ahí incluida la presidenta Cristina Narbona que nunca lo debió consentir.

Una expulsión por haber criticado Nicolás los pactos de investidura que pretende Sánchez con ese gran delincuente y prófugo de la Justicia Carlos Puigdemont, los golpistas de ERC y con Bildu (herederos de ETA), a cambio de votos para la investidura y con el compromiso de Sánchez de una ley de amnistía para borrar las responsabilidades penales de los autores del golpe de Estado catalán de 2017.

Un homenaje a Nicolás Redondo al que a buen seguro se sumarían muchos dirigentes políticos de otros partidos, y personalidades del mundo cultural, el periodismo y la judicatura en este momento tan difícil y complicado para la supervivencia de la democracia española, el Estado de Derecho y la propia Constitución Española.

Un homenaje a Redondo que sería un excelente lugar de encuentro y todo un símbolo inequívoco de la unidad de los españoles en la defensa de los pactos, esos sí históricos y ejemplares, de la Transición que ahora Sánchez pretende enterrar. Para sustituirlos por un Régimen autocrático y personal de poder ‘sanchista’. Y sobre la base del modelo Frankenstein que denunció Alfredo Pérez Rubalcaba.

Un homenaje de la sociedad civil española a Nicolás Redondo en un tiempo en el que, para colmo, desde el PSOE y desde el Gobierno de Sánchez se critican las convocatorias democráticas de manifestaciones y actos públicos contra la Ley de amnistía. Lo que constituye un ataque a los Derechos Fundamentales de ‘libertad de expresión, reunión y manifestación’, que amparados están por la Constitución.