Las tribulaciones de Bono en China

Dicen las lenguas de doble filo que habitan el palacio del Congreso de los Diputados que Pepe Bono se ha ido a la Expo de Shangai para quitarse de en medio y huir de la quema que le persigue como pólvora china encendida tras sus talones alados, por causa de su abundante patrimonio inmobiliario que no cesa de crecer y de sus facturas de decoración, de su flota de coches familiares, y de sus caballos de saltos y de las joyerías variadas, lo que no se acaba de explicar y de entender.

Sabiendo como se sabe que Bono pasó la vida viviendo de la política y no para la política, y que cuando llegó a la presidencia de La Mancha andaba escaso de pudientes y ahora parece que está sobrado de propiedades, que es lo que está denunciando desde hace ya varias semanas La Gaceta, lo que acaba de criticar su diario amigo, El Mundo, y lo que sorprendentemente ha ampliado con un inventario que llama la atención el diario monclovita “Público”, que sirve con pasión a Zapatero y donde suele meter la mano María Teresa Fernández de la Vega, como bien sabe Ernesto Ekaizer que sufrió en sus carnes las iras del “cocodrilo dandy” monclovita.

Bono se fue a China, al alba y con viento fresco de Levante, que diría su antecesor en Defensa, Federico Trillo –que frotándose las manos estará después del calvario que sufrió con el Yak 42-, o huyendo como alma que lleva el diablo de esta sartén hirviendo que es Madrid, como suele decir la presidenta consorte, Sonsoles, a sus amigos. Vamos parece que Bono se ha quitado de en medio huyendo de la polémica sobre su patrimonio, y para darse un respiro y que no sabe de dónde le vienen los tiros aunque más de uno apunta al entorno de Paco “El Pocero” de Seseña, el que fuera amigo del ex presidente manchego y luego su adversario, porque dice Francisco que alguien le espió durante una juerga en Buenos Aires, cuando Bono era ministro del CNI, y su primo mandaba en la Casa, amén de cazar y pescar.

Lo cual no quiere decir nada definitivo porque cabe que ese “capitalito” del que ahora disfruta el presidente del Congreso lo consiguió de manera lícita y legal, que es lo que ha dicho Bono a quien le ha querido oír en privado  –suponemos que a su amigo Pedro J. en el restaurante Jai Alai-, pero sin aceptar una rueda de prensa a tumba abierta –nunca mejor dicho- ni querer dar explicaciones en el seno del propio Congreso, lo que finalmente tendrá que hacer.

Porque el PP está buscando desesperadamente el empate del caso Gürtel donde vuelven a brillar los trajes de Paco Camps, con una caza mayor en el PSOE, porque los otros escándalos del PSOE/PSC en Santa Coloma de Gramanet fueron insuficientes e iban a medias con CiU. Y Bono sí que es caza mayor. Y si cayera Bono, el presidente del Congreso de los Diputados sería un trofeo con categoría de medalla de oro que arrastraría una crisis institucional por el cargo que ostenta y porque fue presidente de Castilla La Mancha –lo que le faltaba a Barrera- y ministro de Defensa, amén de un patriota, católico y sentimental, amigo de Garzón, Zaplana y Gallardón, y un caballero presumido que se ha puesto peluquín para estar más bonito que un San Luís.

Vamos a ver qué pasa y en qué queda lo de Bono millonario, porque al margen de su patrimonio y de las facturas de decoración y otros adornos, lo que empieza a ser preocupante es que el diario El Mundo le abandone y que Público, diario gubernamental populista, se haya lanzado contra él con fuerza y fiereza, cuando desde el entorno de Bono y desde el PSOE se andaba diciendo que los reportajes de La Gaceta venían impulsados por la extrema derecha, el mismo argumento que se utilizó para devaluar todos los procesamientos del juez Garzón.

Pero ahora Pedro J. le abandona y le critica, y Zapatero lo deja caer y estos son síntomas que deberían preocupar a Pepe Bono, porque parece que en el PSOE están tomando distancias de su super patriota español, y por algo será. ¿Qué saben en Moncloa y en Ferraz para dejar a Público embestir con esa fiereza al presidente del Congreso de los Diputados? ¿Lanzará el diario El Mundo su equipo de investigación sobre el patrimonio de Bono, o se conformará con una entrevista exclusiva y exhaustiva? ¿Seguirán callado El País, y de perfil La Razón y el ABC? ¿Llegará todo esto a los telediarios de Alberto Oliart, donde sorprendentemente y cuando comenzó el follón se le hizo a Bono un reportaje patriarcal? A lo mejor todo se queda en nada, o en poca cosa, pero entre esto y lo de Camps ya tenemos circo para rato, A no ser que Bono aclare todo y lo corte por lo sano con la misma habilidad que el sastre José Tomás le cortaba los trajes a Paco Camps.