De Guindos, tapado de Rajoy

Del concierto de un ruiseñor que canta óperas de Verdi Marcello ha escuchado la noticia o confidencia de que Mariano Rajoy se ve con bastante frecuencia y en privado con Luís de Guindos, el que fuera secretario de Estado de Economía con Rodrigo Rato en los gobiernos de José María Aznar. Y el que era, ¡ay dolor! el presidente de Lehman Brothers en España, antes de que este gigante de la banca de inversión sucumbiera en el maremoto que en septiembre de 2008 asoló Wall Street. Pero, pelillos a la mar, lo pasado pasado está y De Guindos no tuvo culpa alguna ni directa de aquellos derivados o productos empaquetados que llevaron a la ruina a más de uno y que seguramente se habrán distribuido en España a más de un pardillo con exceso de dinero y ambición.

Y si mal no me acuerdo, el tal De Guindos fue uno de los culpables de la fallida fusión de Endesa e Iberdrola, una gran operación de auténticos “campeones españoles” de la energía que se fue a pique por exceso de precaución oficial y de cuyo fracaso estarán bien arrepentidos Rato y el sorprendente Aznar. Y decimos sorprendente porque el ex presidente del Gobierno y presidente de FAES ha pasado de negar el cambio climático a integrarse en un nuevo tinglado llamado “Global Adaptation Institute”, destinado a explicar el cambio climático. Aunque mucho nos tememos que no para defender el Planeta azul sino para decir que el cambio climático no existe o es poca cosa, y que por lo tanto se puede seguir ensuciando la capa de Ozono del planeta, y desforestando, y sacando petróleo de Alaska, y todo lo que haga falta para engordar y para aliviar a las multinacionales enemigas de todo lo que suene a cambio climático, ecologismo o cosa parecida.

Pero volvamos a De Guindos –quien también sonó para presidir Caja Madrid, antes del desembarco de Rodrigo Rato en la entidad ahora fusionada con Bancaja-, porque todo apunta a que Rajoy podría haberlo convertido en asesor personal y que incluso fuera su candidato a vicepresidente económico en el caso de que el PP, como parece, ganara las elecciones generales de 2012. Sobre todo una vez que Cristóbal Montoro no parece que haya estado a la altura de las circunstancias políticas.

Si se confirmara todo esto, que tiene mucho sentido porque De Guindos es persona de alta calificación, estaríamos ante una discreta y astuta jugada de Rajoy quien podría estar organizando en secreto su propio “gabinete en la sombra”, de ministrables sin provocar recelos entre su actual equipo directivo. Y algo parecido podría ocurrir con otros sectores de la vida pública, lo que no sería una tontería porque el PP tiene que actuar en tres frentes en las actuales circunstancias políticas españolas: el control y la oposición al gobierno; en la batalla electoral en ciernes; y en prepararse para gobernar la pésima herencia que les dejará Zapatero cuando salga del poder.

Y naturalmente el capítulo de la economía es el plato fuerte del momento político y el secreto mejor guardado de Rajoy que califica de “deprimentes” los Presupuestos de 2011 pero que se niega a enseñar los suyos, como hace con la reforma laboral, para no desactivar la protesta social contra Zapatero porque todo apunta que el ajuste del déficit que prepara el PP sería todavía más duro que el presentado por el PSOE aunque puede que con fórmulas y por caminos distintos. En todo caso Rajoy los contactos con De Guindos prueban que Rajoy se mueve con sigilo en la oscuridad, refuerza su equipo y se prepara para gobernar.