La selección española, La Roja, que llegó a Tiflis sin botas ni camisetas porque el baúl se quedó en Madrid, lo cual nunca le pasó a Doña Concha Piquer, se juega en la capital georgiana los puntos que tienen que ayudar a llegar a la fase final de la Eurocopa. Estamos con el asunto de De la Fuente, al que ya han puesto contra la pared sugiriéndole que debe llamar a Sergio Ramos, y de no hacerlo ya no tendrá justificación alguna para los aplausos a Rubiales y sin embargo, lo realmente importante, aunque no sea sorprendente, es la huelga de la Liga Femenina. Patronal y sindicatos no han llegado al acuerdo por el salario mínimo. Las mujeres que ahora, además, pueden presumir de ser campeonas del mundo, no han aceptado la propuesta de los clubes representados.
El salario mínimo profesional estaba en 16.000 euros anuales y se pasaba a los 20.000 con complementos sobre ayuda familiares, embarazos y otras circunstancias que nunca había sido consideradas. La firma se ha quedado en la diferencia de 3.000 euros y ahora están en cuestión los partidos del fin de semana que empezaban el viernes y eran la primera jornada del campeonato. No habrá otra reunión hasta el martes. Los sindicatos del fútbol femenino creen que habrá huelga y, por el contrario, la patronal opina que no todas las futbolistas optaran por el paro.
La conquista del título mundial ha quedado empequeñecida por el problema del beso del presidente a Jenni cuya consecuencia aún no ha tenido final. Estamos en vísperas de que Aitana Bonmatí tal vez sea elegida Balón de Oro y hemos sumado un conflicto al esperpento vivido desde la entrega de las medallas de oro en Sidney.
La Liga femenina la hemos visto muy marginalmente y por ello algunas de sus reivindicaciones, justas y llevaderas, no han tenido el apoyo de los medios informativos. En el convenio colectivo, desde mi punto de vista, tan importante como los dineros son las condiciones de tipo social y humano en que se desenvuelven las jugadoras. Otra cosa serán los contratos publicitarios y televisivos en cuya participación tengan derecho. Este año, tras el éxito mundialista, probablemente, los partidos tendrán más audiencia. Esa será otra lucha.
Posdata. El Villarreal busca entrenador y Raúl está en la lista. Supongo que éste debe aspirar a suceder a Ancelotti. Buena campaña en El Madrigal le ayudaría a la sucesión. Temporada poco brillante no sería buena antesala para el Bernabéu.