Javier Lambán, maño, tenias que ser. Un político limpio demócrata y patriota español y constitucional de los pies a la cabeza para oponerse firmemente a las pretensiones de Carlos Puigdemont y Pedro Sánchez de aprobar una Ley de amnistía en beneficio de los golpistas catalanes y para que JxC apoye la investidura de Sánchez.
Lambán, que ha salido a la palestra en coincidencia con Joaquín Almunia y Jesús Eguiguren, ha dicho que la la Ley de amnistía ‘llevaría a piqué la nave de la Constitución’, lo que es absolutamente cierto. Y lo que ya dijeron Guerra, González y García-Page.
Y calificó de ‘obsceno’ el encuentro de Yolanda Díaz con Carles Puigdemont en Bruselas. Una Yolanda descerebrada, que sigue a palos con Podemos, que ahora se entromete en la inversión de Arabia Saudí en Telefónica, y se ha convertido en una ‘calabaza sonora’ y hueca que acabará adornado, con una velita en su interior las fiestas infantiles de Halloween.
Yolanda está desatada y un día de estos Pedro la va a llamar al orden y le va a decir: ‘oye, maja, estate quietecita y deja de crearme más problemas de los que ya tengo.’ Añadiendo: ‘y por cierto el ministerio de Igualdad esta vez será del PSOE’.
Lo de Lambán, y demás dirigentes de ahora y antes del PSOE, ha estado muy bien y algo así se esperaba de él. Pero llegará el momento en el que si de verdad quieren impedir la aprobación de la Ley de amnistía deberán de pasar ‘de las musas al teatro’. Es decir de las declaraciones a la acción, porque lo que está en juego es España, el Estado de Derecho y la Constitución.
Y si estos patriotas del PSOE no se plantan en el Congreso de los Diputados frente a Sánchez y Puigdemont forzando una repetición electoral, entonces por no acción u omisión acabarán siendo, a su pesar, cómplices de todo ello.
Pero cada día que pasa en este culebrón entre los habitantes de La Moncloa y la mansión de Waterloo tenemos la sensación de que aquí hay un enorme gato encerrado del tamaño de un tigre de Bengala. Y de que Sánchez está ganando o perdiendo tiempo y tomándole el pelo a Puigdemont.