En el deporte es frecuente recurrir a la grandilocuencia para ponderar los méritos de un atleta, cualquiera que sea la especialidad que practica. Hablar de héroes y heroicidades es hasta fácil cuando se pretende dar énfasis a una situación, o un resultado. Definir como héroes a los jugadores del Shakhtar Donetsk no es exageración. Debe ser muy complicado mantener la mente despejada en un partido de fútbol cuando en su país hay una guerra y aunque exista la liga de Ucrania los futbolistas del Shakthar han de disputar sus partidos internacionales en campo neutral.
Ayer jugaron contra el Barcelona en Hamburgo. Las razones eran, además de las obvias por el estado bélico de su país, porque, sentimentalmente, se podían sentir animados por unos miles de compatriotas que viven exiliados en Alemania. Así fue y los jugadores ucranianos no se sintieron desubicados. Y menos desde el momento en que batieron a Ter Stegen y pusieron al Barça contra la pared. En los minutos finales, el público con la gran presencia germana, se definió en favor de los ucranianos.
El líder del grupo es el equipo barcelonés que con un empate, después de tres victorias consecutivas se clasificaba para la siguiente ronda lo que no había conseguido en las dos ediciones anteriores en Liga de Campeones. El juego estuvo muy equilibrado aunque las escapadas de Sikan, Dudakov, Newerton eran siempre peligro para Ter Stegen, que tuvo que salvar el primer al cuarto de hora. Pese a las lesiones musculares, Stepanenko, Sudakov y el guardameta Rizntik, fueron barrera que los barcelonistas intentaron resolver con centros aéreos que no tuvieron efecto positivo.
El mérito de los ucranianos fue poner en apuros a los defensores barcelonistas entre los que destacaron por su velocidad, buena colocación y oportunismo Araujo y Christiensen. Xavi puso en liza un conjunto equilibrado puesto que la zaga la compusieron cuatro de oficio y delante intentó solventar rápidamente la cuestión con Ferrán, Rhapinha y Lewandowski. Pero el futbol que practica el Barça parece cada día más opuesto a lo que necesita un ariete como el polaco, que tampoco está muy lúcido. Gundogan ofrece las mejores soluciones, pero Gavi aporta constante pelea, y algún gesto inadecuado, y Oriol Romeu es solamente buen jugador, pero no excelente centrocampista en que pueda apoyarse el equipo. La baja del neerlandés, De Jong, es cada día más sensible.
Cuando el partido se ponía cada vez más complicado Xavi echó mano del Tercero de EGB con Pedri, Lamine Yamal, Balde y Fermín. Joao Félix salió en la segunda mitad y da la impresión de que su aparición estelar ha sido luminaria que se apaga. No es difícil imaginar sonrisa irónica en Cholo Simeone.
El Barça, tras la derrota, tiene que esperar a puntuar en uno de los dos encuentros que le quedan por disputar. Por una vez que iba a pasar sin agobios se complicó la vida. El Shakhtar, ahora, se ha acercado a la clasificación.
El Atlético de Madrid ofreció un gran festival a sus seguidores, que estaban molestos por la derrota en Las Palmas. El Celtic es adversario de recuerdos que se mantuvieron en el lugar de los desechos, y en el nuevo enfrentamiento el único expulsado fue esta vez del Celtic. Maeda que hizo una entrada excesiva a Hermoso y con ello se ganó la vuelta al vestuario.
El partido tuvo poca tensión porque cuando ya el resultado estaba bien encomiando se produjo la expulsión de Maeda. Después la superioridad fue creciendo y la goleada fue producto de la intensidad con que el equipo atacó. Griezmann abrió carrera con dos goles. Que fueron igualados por Morata y hubo regalo de Samuel Lino que hizo un tanto espectacular. No le bastaron las cinco dianas al Atlético y llegó la sexta obra de Saúl. La goleada certificó que, pese a sus altibajos, los colchoneros tienen algo que decir en este torneo.
El Atlético disfrutó e hizo disfrutar a los suyos. La jornada, que comenzó muy desafortunadamente el Barça, la cerró el conjunto del Metropolitano con goleada espectacular.
Hoy toca el turno a Real Madrid, Real Sociedad y Sevilla. También hay razones para disfrutar con los dos primeros.