La Guardia Civil investiga el caso Negreira en las oficinas de la dirección arbitral. El asunto que está en manos de un juez, que el problema se está tratando ya como cohecho y que los delitos a simple vista pueden ser de gran alcance, no está llevando a pedir que lo ocurrido llegue al fin y se levanten todas las alfombras que han ocultado la cuestión durante años. Se debe llegar al fondo y no es cuestión solo de estudiar los hechos y de juzgar a los culpables, sino de decidir quiénes han sido realmente los promotores del caso y quiénes se han beneficiado de los dineros pagados por el Barcelona y salidos de la mano de dirigentes irresponsables y perseguibles de oficio.
El Barcelona como entidad podría suceder que no fuera el único ente al que juzgar. En la investigación es necesario que se pueda llegar a elaborar la lista de quienes fueron los beneficiarios. Nombres y apellidos. Si en los dineros barcelonistas se lucraron Negreira, su hijo y miembros del Comité Nacional de Árbitros es cuestión principal. Pero también hay que saber si los euros se usaron para intervenir en los partidos y ello, naturalmente, tiene que afectar a quienes se dejaron manipular, o dicho de otro modo, se vendieron para que el equipo barcelonista saliera vencedor en determinados encuentros.
Hay datos que son incontestables, pero también hay sospechas de que no todos los millones salieron del club y fueron a parar a manos de Enriquez Negreira. También hay que aclarar si parte de los millones que salieron de las cuentas del club pasaron por manos que nada tienen que ver con los colegiados.
La labor de la investigación se supone que será larga. De acuerdo con las fechas de los pagos habrá que revisar las imágenes de los partidos en que hubo manejos indebidos y, consecuentemente, decisiones arbitrales que favorecieron a la entidad pagadora.
Hay que llegar al fondo de la cuestión con el deseo de que los culpables salgan a la luz pública y por supuesto, que no ocurra como en el caso del expresidente barcelonista, Sandro Rosell, que pasó por la cárcel y, finalmente, fue declarado inocente.
La investigación sobre lo ocurrido será ardua. Y puestos a discutir sobre la legalidad de determinados partidos pueden aflorar incluso escándalos como el famoso penalti de Guruceta, el ascenso de un colegiado en su puesto laboral en un banco, las designaciones arbitrales del tiempo de José Plaza, con colegiados “halcones y palomas”, y los arbitrajes tan nefastos como los que quedaron consignados en los diarios deportivos.
Posdata. Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.