Nuevos temas para distraer al personal

El técnico italiano del Real Madrid Carlo Ancelotti.

EFEEl técnico italiano del Real Madrid Carlo Ancelotti.

El personal civil de la información después de la derrota del Madrid en el Camp Nou tiene cuestiones en las que entretenerse. En lo que se refiere al club del Bernabéu ya hay quien comienza a pensar que el equipo necesita relevos. De acuerdo. Entre algunos medios informativos da la impresión de que la selección importa poco porque a lo que se preguntó al seleccionador en su conferencia de prensa, no fue por la posible alineación, los relevos y las incorporaciones, sino por la ausencia de Sergio Ramos, jugador que lleva dos años fuera del equipo nacional. Da la impresión de que sin él no hay nada en la Roja.

Con la diferencia de doce puntos, para recuperar en doce partidos, hay quienes han renunciado a las posibilidades que el fútbol puede dar y no tienen otro motivo de conversación que la Liga de Campeones. A ella hay que acogerse y no como recurso, sino porque la historia ha demostrado sobradamente que en tal competición el Madrid es capaz de las mayores hazañas. Tengo la impresión de que a Ancelotti ya se le empieza a reprochar que consuma tanto chicle y que lo haga sin cerrar la boca lo que suele dar mala impresión. En cambio, hay que alabarle que tiene tanta categoría personal que no hay árbitro que le saque una tarjeta cuando sale a medio campo a reprocharle una decisión. (Para asaltar torreones hacen falta más…. Quiñones”, que dijo don Pedro Muñoz Seca en “·La venganza de Don Mendo”).

Con la victoria ante el Liverpool a nadie le cupo en duda que el Madrid tiene suficiente para retener titulo. Perder con el Barça y alejarse de la primera posición de la clasificación ha sido razón suficiente para hablar de Mbppé y Haaland como fichajes indispensables para soñar con un futuro mejor. Es pronto para pesimismo generalizado. Europa puede ser el clavo ardiendo.

Posdata. En las transmisiones televisivas los relatores abusan de la palabrería. Recuerdan constantemente a narraciones radiofónicas. Parece como si algunos les pagaran por el número de palabras pronunciadas. Gusta oír los comentarios de Álvaro Benito.

Sobre el autor de esta publicación

Julián García Candau

Nació en Vila-real (Castelló). Periodista.

Fue jefe de Deportes de “Ya”. Jefe de Deportes, Redactor Jefe y cronista parlamentario de “El País”. Director de Deportes de Televisión Española. Director de Deportes de la Agencia EFE. Director del diario “AS”. En la actualidad es colaborador de “Levante”.

Libros: “Santana”, “El fútbol sin ley”, “Historia de los Mundiales”, “Madrid-Barça- Historia de un desamor”, “La moral del Alcoyano”, “Bernabéu, el presidente”, “Celos, amor y muerte. Tragedias y pasiones del toreo” y “El deporte en la Guerra Civil”. Este libro el 26 de abril de 2008, el Premio de la Crítica en Valencia.

Ha colaborado en la Enciclopedia Espasa y en varios libros de diversos autores, entre ellos, “Historia de los espectáculos en España” y “Periodismo especializado”. En la actualidad es el único periodista en activo que informó de la victoria de la selección española de fútbol en la Copa de Europa en 1964. Posteriormente, asistió a las de 1968, 1980 y 2004.

Ha sido cronista de partidos de la selección española de fútbol desde 1963. Es el periodista deportivo que más crónicas ha dedicado al equipo nacional.

Ha sido enviado especial en campeonatos del Mundo de Alemania-74, Argentina-78, España-82, México-86, Italia-90, Estados Unidos-94, Francia-1998 y Alemania 2006.

Ha dirigido cursos de verano en la Universidad Menéndez y Pelayo de Santander y Juan Carlos I en Ronda, sobre cuestiones deportivas.

Ha pronunciado conferencias sobre deportes, olimpismo y lenguaje deportivo en diversas universidades españolas. Formó parte de la Comisión de Prensa del Comité Olímpico Internacional durante cinco años.

En 1975 le otorgaron el Premio Promosport en San Sebastián.

En 1989, recibió el Premio de Periodista del Año de “El Mundo Deportivo” de Barcelona.

En 1992 le fue concedido el premio Víctor de la Serna de la Asociación de la Prensa de Madrid. Es el único periodista deportivo que lo posee.

En 2006, le fue otorgada la medalla de plata el Mérito Deportivo. También fue distinguido con la Medalla del Barón de Coubertin que concede el Comité Olímpico Internacional.