No hubo más morbo en Almería

En cada jornada hay diez partidos de fútbol y sin embargo, da la impresión de que solamente se disputan dos. El Barça, cuando juega por delante del Madrid, aguarda a que juegue este para ver si cobra más diferencia de puntos. En esta anómala semana en que ha habido partidos martes, miércoles y jueves ha sido necesario aguardar al encuentro del Madrid en Almería para saber si al campeonato se le echaba más morbo. No hubo novedad.

El Barça derrotó al Deportivo con la normalidad habitual, pero le añadió el fantástico gol de Pedro, jugador que ya ha mojado en todas cuantas competiciones ha participado. En el Barça ya pueden pasar sin que marque Messi. La diana del canario, conseguida en disparo desde medio campo, ha sido una detalle más de distinción.

En Almería, Cristiano Ronaldo marcó un gol de los que los socios del club guardan en su memoria para solazarse. Entró por el centro y se deshizo de tres contrarios. A Alves, portero que detuvo varios balones de los que se llega a cantar gol, le escondió la pelota con tiro muy cruzado. Fue para que aplaudieran incluso los socios del equipo local.

El Madrid acudió al campo almeriense con la obligación de vencer. Sus seguidores, perdidas parte de sus ilusiones únicamente desean que su equipo se mantenga lo más pegado posible al líder. Los madridistas pueden aceptar ser vencidos, pero no más humillados de lo ya padecido.

Madrid y Almería jugaron un partido de los llamados de ida y vuelta. Escasas formalidades defensivas por parte de los almerienses, ataques constantes el Madrid y ocasiones de gol en ambas porterías. Los almerienses buscaron sus oportunidades al contragolpe gracias a la velocidad de Crusat y Casillas evitó en los mano a mano los sus mejores momentos.

El juego madridista no se pareció al que practica el Barça, pero fue entretenido y pleno de emociones. Tampoco hay que pedir más.