Argentina ayer se salvó gracias a Messi. Un campeonato en el que la mayoría de los equipos juegan al gol a balón parado nos ofreció la muestra del tanto marcado desde fuera del área, lo que no habitual. Fue Messi quien aprovechó la ocasión para batir de lejos a Memo Ochoa guardameta mexicano de prestigio internacional. También desde fuera del área marcó de gran disparo, a pase de Lionel, Enzo Fernández con lo que su selección quedó salvada del naufragio al que había estado asomada.
En un Mundial en el que nos han puesto en la disposición de aceptar como buenos los pinchazos más que las estocadas, se puede llegar a la conclusión de que solamente Francia es firme candidata. Inglaterra pinchó en hueso y ni siquiera con Brasil, aunque venció a Serbia, que es adversario de primer orden, ha sido posible hallar mejores momentos que los franceses. Brasil no enamoró como se esperaba y Francia, que defiende título ganó con autoridad a Australia y ante Dinamarca reaccionó en el momento oportuno. Los daneses crearon ocasiones incluso para haber pasado del empate, hicieron sufrir a los franceses hasta el extremo de que tuvo que ser Mbappé, quien marcara los dos goles. Pero al margen de las habilidades de la nueva gran estrella gala el equipo muestra consistencia y es confiable. Forma equipo aunque brille más su estrella. Griezmann, por ejemplo, juega más sacrificado que pendiente de su brillantez. Ello ayuda al conjunto de forma eficaz.
Vi mi primer Mundial como periodista en 1974, en Alemania, la de Beckenbauer y Cruyff en la final. Desde entonces ha visto a los mejores conjuntos argentinos con Maradona al frente. El Italia 90, se llegó a decir que la selección argentina era la peor de su historia y se salvaba por Maradona y los penaltis que paraba Goycoechea. Tengo la impresión de que la peor Argentina que ha visto es la que está jugando en Catar. Con Messi para conducir con firmeza el camino del triunfo no es suficiente. Siempre tiene a un marcador encima y cuando sale de éste le esta aguardando otro. Y si repasamos los nombres de los diez acompañantes solamente se puede salvar un par. La mayoría es mediocre.
México no salió a ganar porque le bastaba el empate. Presionó muy arriba para impedir la salida de los argentinos. Estos, con la ventaja en el marcador decidieron jugar con cinco defensas. La segunda diana dio la tranquilidad que no había hallado en todo el encuentro. Argentina dio un paso al gente para clasificarse, pero ello no basta. Ha de mejorar su juego y no depender exclusivamente de Messi.