Alaba y Rudiger fueron los dos madridistas más repudiados en el último partido. Se les consideró los más responsables de los goles recibidos. Se suponía que el entrenador tomaría alguna decisión sobre sus permanencias en el equipo. Sin embargo, Ancelotti los mantuvo frente a Las Palmas. La lesión de Alaba obligó al entrenador a dar entrada a Nacho, jugador idóneo para todos los puestos defensivos. Con Nacho en el centro y Lucas en la derecha se recompuso la alineación. En el costado izquierdo Mendy dio muestras de progresión tras la larga ausencia al que obligaron las lesiones. Los únicos castigados fueron Kroos y Modric, los veteranos organizadores del juego madridista. El alemán entró en el campo en los cambios ordenados por el técnico, que dio paso a Ceballos y Vinicius. Los dos goles de Brashim y Joselu dejaron los puntos y el liderato en casa. La crisis hubo que darla por cerrada. Ganar es siempre placebo para que las gradas regresen a casa satisfechas. Las Palmas recordó al equipo de juego admirable, pero como siempre poco eficaz.
Joselu no es Benzema y no es recomendable cualquier tipo de comparación. Se parecen muy poco, pero Joselu aporta capacidad rematadora, buen juego de cabeza y oportunismo. Ancelotti estuvo a punto de sustituirlo instantes después de que marcara. No lo hizo porque habría sido poco oportuno y aguardó unos minutos para que el público aplaudiera su salida y no hubiera disconformidad manifiesta.
Las Palmas, desde antaño, en los tiempos de Tonono y Guedes, por ejemplo, siempre gustaba. Practicaba un fútbol vistoso, de manejo templado del balón y con calidad en todas las zonas del campo. Mas siempre ha padecido los mismos defectos; escasa rotundidad en la zaga para despejar los momentos de agobio y poca energía para buscar el gol. En el Bernabéu reeditó sus mayores defectos.
El Madrid no hizo mejor juego o al menos no muy superior, pero tuvo los momentos en los que hay que amarrar el partido y lo hizo. Fue partido vivido con tranquilidad, sin grandes emociones, lo que sirvió para que el Madrid ganara sin correr grandes riesgos. Tal vez la nota destacada fue el hecho de que Ancelotti mantuviera en el centro del campo a Valverde, Tchouameni y Camavinga. El trío tiene pinta de ser irremediablemente, más que el futuro, la sensata realidad. En estos no pesan los años.
En Las Palmas se volvió a disfrutar de la calidad de Jhonatan Vieira, jugador que no ha triunfado en España como merecían sus extraordinarias condiciones futbolísticas. Está en la historia de grandes jugadores isleños que dejaron señas de identidad aunque no fueran internacionalmente consagradas. David Silva ha sido el último tomo de la enciclopedia canaria. Los veteranos aún podemos recordar a Luis Molwny. Los todavía jóvenes vieron jugar a Valerón.