Gran partido y sólo un gol

Sergio Ramos chuta ante Robert Lewandowski.

EFESergio Ramos chuta ante Robert Lewandowski.

Hubo un solo gol en partido en el que los dos equipos merecieron marcar más de uno. Es poco probable que en el fútbol actual en el que hay más tendencia a defender que a atacar veamos tantas oportunidades para batir a los porteros. No fueron estos los grandes protagonistas porque los delanteros no les obligaron a exhibirse espléndidamente. Afortunadamente para ellos, los atacantes no les obligaron a lucir sus grandes virtudes. Actuaron providencialmente, pero en menos ocasiones de las que disfrutaron los delanteros para batirles. La gran jugadas del encuentro fue obra de Joao Cancelo que no la concluyó con la diana porque estrelló su disparo en el travesaño. Hubo instantes de grandes detalles, de instantes brillantes, mas el marcador acabó siendo pobre.

El Sevilla dio la nota antes el partido cuando anunció que no acudiría al palco ni asistiría al tradicional almuerzo entre directivas. El Sevilla no ha concedido al Barça el derecho a la defensa porque lo ha condenado por el caso Negreira. El Barcelona, que si cree en la presunción de inocencia, también lanzó al marcado su comunicado en el que anunciaba que rompía relaciones con el Sevilla. Antes del comienzo del juego Mendilibar, entrenador sevillista, y Xavi, técnico barcelonista, se dieron un cariñoso abrazo. Después, los dos equipos se lanzaron a la disputa de los tres puntos y crearon numerosos momentos en los que casi se cantó el gol. Ter Stegen tuvo que hacer una gran parada y el guardameta sevillista Nyland, vio pasar por encima un remate que dio en el larguero en la ida y en la vuelta cuando dio en el suelo y volvió a volar.

Los prolegómenos fueron poco agradables porque hubo discusión poco enternecedora de los clubes que siempre han tenido buenas relaciones. Si el caso Negreira cuando todavía el juez no ha dictado sentencia y por lo tanto aun no existe condena alguna, si cada club que ha de enfrentarse al Barça hiciera como el Sevilla, mejor sería que se suspendiera la Liga y esperásemos a que el vergonzante caso quede resuelto. No es de recibo que el club sevillano se haya convertido en acusador. Lo sucedido no tiene nombre, pero antes de que el juez dicte sentencia hay que respetar la presunción de inocencia. Si el fútbol es por sí mismo motivo de grandes grescas y enfrentamientos en las gradas y alrededores de los estadios, dar por sentado que el Barcelona que cometió el error, inmenso error, de dar dineros por lo que suponía que le iba a beneficiar se empieza a viralizar acabaremos teniendo graves incidentes. Y los Biris, seguidores radicales sevillistas, no son gentes que prediquen la paz.

Sobre el autor de esta publicación

Julián García Candau

Nació en Vila-real (Castelló). Periodista.

Fue jefe de Deportes de “Ya”. Jefe de Deportes, Redactor Jefe y cronista parlamentario de “El País”. Director de Deportes de Televisión Española. Director de Deportes de la Agencia EFE. Director del diario “AS”. En la actualidad es colaborador de “Levante”.

Libros: “Santana”, “El fútbol sin ley”, “Historia de los Mundiales”, “Madrid-Barça- Historia de un desamor”, “La moral del Alcoyano”, “Bernabéu, el presidente”, “Celos, amor y muerte. Tragedias y pasiones del toreo” y “El deporte en la Guerra Civil”. Este libro el 26 de abril de 2008, el Premio de la Crítica en Valencia.

Ha colaborado en la Enciclopedia Espasa y en varios libros de diversos autores, entre ellos, “Historia de los espectáculos en España” y “Periodismo especializado”. En la actualidad es el único periodista en activo que informó de la victoria de la selección española de fútbol en la Copa de Europa en 1964. Posteriormente, asistió a las de 1968, 1980 y 2004.

Ha sido cronista de partidos de la selección española de fútbol desde 1963. Es el periodista deportivo que más crónicas ha dedicado al equipo nacional.

Ha sido enviado especial en campeonatos del Mundo de Alemania-74, Argentina-78, España-82, México-86, Italia-90, Estados Unidos-94, Francia-1998 y Alemania 2006.

Ha dirigido cursos de verano en la Universidad Menéndez y Pelayo de Santander y Juan Carlos I en Ronda, sobre cuestiones deportivas.

Ha pronunciado conferencias sobre deportes, olimpismo y lenguaje deportivo en diversas universidades españolas. Formó parte de la Comisión de Prensa del Comité Olímpico Internacional durante cinco años.

En 1975 le otorgaron el Premio Promosport en San Sebastián.

En 1989, recibió el Premio de Periodista del Año de “El Mundo Deportivo” de Barcelona.

En 1992 le fue concedido el premio Víctor de la Serna de la Asociación de la Prensa de Madrid. Es el único periodista deportivo que lo posee.

En 2006, le fue otorgada la medalla de plata el Mérito Deportivo. También fue distinguido con la Medalla del Barón de Coubertin que concede el Comité Olímpico Internacional.