El día D no asusta al Madrid

Carlo Ancelotti se dirige a sus jugadores ante de entrenar en el Etihad Stadium.

EFECarlo Ancelotti se dirige a sus jugadores ante de entrenar en el Etihad Stadium.

Al Real Madrid no le asusta el día D ni la hora H. Sobre todo, porque los grandes acontecimientos los ha vivido y, mayoritariamente, con éxito. Contra el Manchester City se puede decir que se somete al test casi definitivo de Liga de Campeones. Pero tal incomodidad o exigencia no le importa. Está acostumbrado a jornadas como esta. El resultado obtenido en el Bernabéu no fue lo más satisfactorio posible porque el empate no da ventaja alguna en la vuelta. Quiere ello decir que ha de jugar a ganar lo que en campo contrario es exponerse, es dejar huecos por los que puede llegar el adversario. Del mismo modo también se puede afirmar que el equipo inglés ha de tropezar con las mismas dificultades. En casa tendrá que ejercitarse al máximo. Además de jugarse la final lo ha de conseguir delante de su parroquia con lo que la que la responsabilidad es superior.

Carlo Ancelotti y Pep Guardiola no se van a guardar ninguna baza. Han de alinear a los once mejores y desde el primer minuto. En momentos como este hay que jugar a ganar desde el comienzo. Reservar hombres esenciales para la segunda mitad es riesgo sin consistencia teórica que lo mantenga.

El Madrid llega con la plantilla al completo. La única duda del entrenador está en el centro de la defensa para que cuenta con tres hombres: Alaba, Rüdiger y Militao. Éste ha sido titular indiscutible y se ha ganado, repetidamente, la confianza general. Sin embargo, en los últimos encuentros no ha estado a la altura de sus actuaciones precedentes. Da la impresión de que perdido concentración y de ahí que se le haya acusado de despistes impropios de un jugador de su categoría. Rüdiger se ganó el favor del público y del entrenador porque en la ida le hizo un marcaje a Haaland como en tiempos del siglo pasado ganó fama el jugador valencianista, Mangriñán, que fue el primero en secar a Di Stefano, algo que llegó a crear la palabra “mangriñanear” como símbolo de marcaje implacable.

Rüdiger no tiene la calidad de Militao, pero su rudeza parece lo más conveniente para marcar (ahora no se por qué se dice defender cuando se trata de dar patadas como sea) a un jugador tan peligroso en el área como el noruego Haaland.

El Madrid tendrá que defenderse como lo hizo en el Bernabéu, pero el City no podrá dar la mínima oportunidad a tres jugadores como Rodrygo, Benzema y Vinicius. En mi opinión el partido va a depender más de los atacantes que de los defensores. Y en el Madrid, encima, juega Courtois.

Posdata. Dicen que en el Madrid hay un futbolista apellidado Hazard. Me gustaría conocerlo. Y a la hinchada madridista, más.

Sobre el autor de esta publicación

Julián García Candau

Nació en Vila-real (Castelló). Periodista.

Fue jefe de Deportes de “Ya”. Jefe de Deportes, Redactor Jefe y cronista parlamentario de “El País”. Director de Deportes de Televisión Española. Director de Deportes de la Agencia EFE. Director del diario “AS”. En la actualidad es colaborador de “Levante”.

Libros: “Santana”, “El fútbol sin ley”, “Historia de los Mundiales”, “Madrid-Barça- Historia de un desamor”, “La moral del Alcoyano”, “Bernabéu, el presidente”, “Celos, amor y muerte. Tragedias y pasiones del toreo” y “El deporte en la Guerra Civil”. Este libro el 26 de abril de 2008, el Premio de la Crítica en Valencia.

Ha colaborado en la Enciclopedia Espasa y en varios libros de diversos autores, entre ellos, “Historia de los espectáculos en España” y “Periodismo especializado”. En la actualidad es el único periodista en activo que informó de la victoria de la selección española de fútbol en la Copa de Europa en 1964. Posteriormente, asistió a las de 1968, 1980 y 2004.

Ha sido cronista de partidos de la selección española de fútbol desde 1963. Es el periodista deportivo que más crónicas ha dedicado al equipo nacional.

Ha sido enviado especial en campeonatos del Mundo de Alemania-74, Argentina-78, España-82, México-86, Italia-90, Estados Unidos-94, Francia-1998 y Alemania 2006.

Ha dirigido cursos de verano en la Universidad Menéndez y Pelayo de Santander y Juan Carlos I en Ronda, sobre cuestiones deportivas.

Ha pronunciado conferencias sobre deportes, olimpismo y lenguaje deportivo en diversas universidades españolas. Formó parte de la Comisión de Prensa del Comité Olímpico Internacional durante cinco años.

En 1975 le otorgaron el Premio Promosport en San Sebastián.

En 1989, recibió el Premio de Periodista del Año de “El Mundo Deportivo” de Barcelona.

En 1992 le fue concedido el premio Víctor de la Serna de la Asociación de la Prensa de Madrid. Es el único periodista deportivo que lo posee.

En 2006, le fue otorgada la medalla de plata el Mérito Deportivo. También fue distinguido con la Medalla del Barón de Coubertin que concede el Comité Olímpico Internacional.