Camavinga no llegó al Madrid con vitola de gran fichaje. El jugador ha sido pieza de recambio hasta que la lesión de Mendy la dio la oportunidad de jugar en la banda izquierda de la zaga. Ha tenido que protagonizar actuaciones muy brillantes para qué se le haya reconocido la calidad. En futbolista que no renuncia a ninguna posición aunque en el centro del campo se sienta más cómodo. Es la versión foránea de Nacho. Se adapta al puesto que se le otorgue y en los últimos partidos ha sido el jugador que ha tenido el reconocimiento general aunque hubo algún momento en que se discutió su capacidad defensiva. Cierto que no es un experto lateral, pero tiene capacidad técnica y física suficiente para promover un ataque, como el que valió el tanto madridista, acercarse al área contraria y regresar a defender su ello le es obligado.
Quizá sea exagerado comenzar a compararle con Roberto Carlos, pero no es salida de pata de banco que se le conceda papel tan importante como representó Marcelo durante tantos años. Camavinga fue pieza fundamental en la jugada del gol del Madrid y en cada partido que le he visto no solo me ha llamado la atención, sino que hubo partidos en los que le concedí la distinción que en otros lugares no se le otorgaba.
Camavinga está llamado a ser lo que se dice jugador de club. Cualquiera que sea el entrenador tendrá que contar con él porque su eficacia es cada día mayor. En el partido contra el City se le han adjudicado más honores a Rudiger porque, probablemente, ha conseguido que la gran figura adversaria, Haaland, no fuera el goleador que se temía. De Rudiger se ha olvidado que su forma de seguir al delantero no fue la más ortodoxa y, probablemente, con otro árbitro habría sufrido serias advertencias. Basta ver las imágenes del directo y las que ha reproducido algún medio para comprobar su modo de marcar. En el mejor de los casos se podría decir que le tomó cariño al noruego y de ahí que lo abrazara tantas veces.
Vinicius, como siempre, acabó siendo el mayor peligro para el equipo contrario. Su tanto fue de los que antaño se decía “de excelente factura”. Lo mismo se podría afirmar del de De Bruyne. Son dos ejemplos de que los goles también se marcan desde fuera del área, pero parece que hay pánico a intentarlo. Rodri, por citar otro ejemplo, fue quien puso en apuros en una ocasión a Courtois. Y también fue desde fuera del área. Quizá sucede que ya no existen los llamados bombarderos.
Posdata. Busquets se ha despedido del Barça y Messi no renueva con el PSG. Es especulación, pero no un imposible. Tal vez se vuelvan a encontrar. Y con mejores contratos de los que puede ofrecer el Barcelona.