Messi buscó el gol y no lo encontró ni de penalti. Argentina tuvo que esperar a la segunda parte para afirmar su pase a octavos de final y como líder del grupo lo que le coloca en situación quizás ventajosa si se tiene en cuenta que se enfrentará a Australia y no a Francia que será la adversaria del segundo del grupo. Los argentinos, que sufrieron para pasar la primera ronda acabaron felices gracias a los goles de Mac Allister y Julián Álvarez. Los argentinos cumplieron con la obligación de seguir en el torneo, como se les suponía, pero han tenido que sufrir para terminar liderando el grupo. Argentina cumplió con su papel de gran selección en un día en que Túnez reventó el campeonato al derrotar a Francia, una de las favoritas.
El duelo entre las dos figuras del partido, Messi y Lewandowski, lo ganó Szcsernik. Los partidos, las victorias, se suelen adjudicar a los delanteros, a los goleadores, y se suele olvidar que, muchas veces, quienes ganan son los porteros. Messi salió a jugar obsesionado con que Argentina tenía que ganar y era él quien condujera al conjunto. En el primer cuarto de hora intentó dos veces el gol, pero se topó con el guardameta polaco. Lo grave, lo importante no fue que detuviera sus primeros remates. Lo dramático para el líder argentino fue que su oponente detuviera el penalti que lanzó con buena dirección. Allí estaba un cancerbero que adivinó la dirección de la pelota y la despejó. Fue una parada para recordar. Por quien lanzó la pelota y quien hizo la jugada más destacada. Ahí cerca del descanso pudo estar la solución de partido en el que los argentino, dominadores, no podían pasar peligros porque Lewsndowski estaba abandonado a su suerte. Más bien a su desgracia porque estaba solo y no había quien le mandara un balón para jugarlo adecuadamente.
Argentina tomó el balón y tardó en superar la barrera defensiva polaca. Messi lo intentó, pero siempre le salió al paso un defensa. Trató de crear ocasiones de gol, pero olvidó que en la parte izquierda de su equipo no estaba Jordi Alba. Lionel mandaba balones como si estuviera el zaguero catalán, pero por allí aparecía Acuña que no aprovechaba las oportunidades.
El empate era resultado que en principio favorecía a ambos equipos porque les clasificaba para octavos de final. Pero era una solución que podía satisfacer a Polonia y no a Argentina. Una sola victoria con una derrota y un empate era para que los enfebrecidos espectadores acabaran perdiendo la fe en los suyos.
Messi volvió a probar al cancerbero polaco y de nuevo perdió el reto. Argentina una vez dominó en el marcador pensó más en conservar y de ahí que retirara a Julián Álvarez y Enzo Fernández y alineara a Paredes, y Pezzella. Se dedicó a conservar ante Polonia que estuvo más pendiente del resultado de México que la podía mandar a casa. Y no ocurrió porque México encajó gol ante Arabia Saudí y la diferencia de tantos dejó en el Mundial a Polonia.
Posdata. ¿Por qué se empeñan los comentaristas de TVE de ponderar la condición de la envergadura de unos futbolistas si no juegan al baloncesto?