Debutó un niño, Lamine Yamal, y marcó un gol. Jugó otro zagal, Nico Williams, y también lo hizo. El primero estableció un record de aparición internacional y su diana fue a pase del segundo. España goleó bajo la lluvia y el seleccionador se permitió el lujo de dar entrada a futbolistas que mostraron sus condiciones, su categoría, para formar parte de la Roja, y la goleada llegó por el buen juego y el sistema en el que se compartió el toque, la posesión, con las entradas por las bandas.
El resumen del encuentro podría ser al afirmar que Georgia tuvo suerte porque únicamente encajó siete tantos. España hizo presencia peligrosa en el área tantas veces que el guardameta valencianista, Mamardhaswili, únicamente tuvo que recoger el balón dentro de la portería en siete ocasiones. Afortunadamente para su selección evitó al menos un par de goles más. España, por el contrario, no tuvo fortuna con Unai Simón que intervino muy poco y el blandito remate de Georgia compartió el error con la defensa que tampoco estuvo expeditiva.
La Roja ganó a Noruega en el primer partido de la Eurocopa, pero en Glasgow le pusieron la cara colorada. A Tiflis se llegó con solo tres puntos y dudas en la clasificación. Había que ganar y así se hizo. Lo inimaginable era que antes de la media hora se ganara con dos goles y se llegara al descanso con el 0-4, que nadie habría pronosticado. Se llegó a tal ventaja porque desde el primer instante, España se hizo con el balón y la presión que se suponía a los locales fue la que produjo la Roja. En esa posesión y recuperación casi instantánea se basó el fútbol que desembocó en goleada antes de que el más optimista lo pudiera pronosticar. Morata en dos ocasiones Olmo y Georgia en propia puerta casi dio por finiquitado el encuentro. Pero no debió parecer suficiente porque el gol encajado que puso el marcador 1-4 sirvió de aliciente a los españoles para no descansar en la propuesta del gol y llegar a la goleada escandalosa: 1-7, que hará historia.
Rodri volvió a ser el impecable timón del centro del campo y los ataques por la banda izquierda con alternancias entre Gayá, Dani Olmo y Fabián llegaron las mejores oportunidades. Sin embargo, fue un centro desde la derecha de Asensio lo que dio origen un remate de Morata para cerrar el primer ciclo. El delantero colchonero cuando fue retirado y sustituido por Joselu había logrado la tercera diana.
Luis de la Fuente, con este triunfo, se aseguró la permanencia en el puesto y, probablemente con victoria tan sencilla, habría que decir que acertó en la alineación en la que no faltó la defensa francesa, Le Normand y Laporte, con Dani Carvajal y Gayá en los laterales. Los demás jugadores se confundieron en sus labores porque todos hicieron tal vez más de lo que se esperaba. Fabián estuvo siempre presente y lo que entraron después como Mikel Merino y Zubimendi, además de los niños y Gavi, peleón como siempre estuvieron gran altura. Lo lamentable del encuentro fueron las lesiones de Olmo y Asensio. Era partido al que se le suponía difícil y muy de mano a mano y no hubo más personalidad futbolística que la española.
Volvió jugar a Nico Williams y al tiempo se produjo el debut más joven de la historia. Lamine Yamal jugó con dieciséis años y cincuenta y siete días con lo que mejoró a Gavi, anterior recordman. Antes del barcelonista nos habíamos referido siempre al bilbaíno Ängel Zubieta. Ahora que debuten los juveniles ya no noticia. Lamine podría jugar con los infantiles. Se ha saltado tres categorías de golpe.