Gestionar la estanflación

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell.

RESERVA FEDERAL DE EEUUEl presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell.

De las declaraciones recientes de los gestores de la economía me parece reveladora la del presidente de la Reserva Federal en el retiro de Jackson Hole. Dice Powell. Condiciones mirando a las estrellas con mucha niebla al frente. En resumen, que van a tientas. Y aun así el vuelo va razonablemente orientado y puede que llegue a tierra con el pasaje a salvo.

Los banqueros centrales, que son determinantes de la economía tanto a más que los gobiernos, trabajan para un objetivo de equilibrio general, un control de los precios (objetivo óptimo) sin provocar recesión y, mucho menos, depresión. De esto último nadie apunta temor; si de lo previo, la recesión, que hace pocos meses se estimaba como previsible para las economías europeas a estas alturas del año, encabezadas por la alemana que es la que más padece por el descenso del comercio mundial que perjudica sus exportaciones.

No hay recesión, aunque el crecimiento medio europeo a lo largo de este año (y probablemente el próximo) es modesto, por debajo del 2% y en algunos países más cerca del 0 que del 1%. No hay crecimiento, aunque los precios apenas ceden más allá de lo que toleran los costes energéticos. Y a una fase de aumento de precios con nulo crecimiento los economistas llaman estanflación.

Los economistas de los bancos centrales y sus jefes advierten que la inflación sigue por encima del objetivo central y se muestran contrarios a cambiar ese objetivo del 2 al 3% que justificaría poner punto final a las subidas de tipos para pasar a una estrategia de tolerancia y complicidad con el crecimiento. No van por ese camino, mantienen el objetivo de baja inflación sin conducir la economía a una recesión. A eso se llama ajuste fino que necesitaría alguna contribución desde la política fiscal (que si es responsabilidad de los gobiernos) que contribuya al crecimiento sin incurrir en déficit excesivo.

Todo un juego de equilibrios que descansa sobre la credibilidad de las autoridades monetarias y de los dirigentes económicos. Estados Unidos gestiona mejor la situación porque no carga con la mochila de los costes energéticos; Europa tiene más limitaciones, pero va mejor de lo que muchos pronosticaron hace pocos meses.

Ahora gestionar la estanflación es el desafío de banqueros centrales y autoridades ec0onómicas. Para empezar, explicarlo bien y generar confianza, para continuar adoptar las decisiones menos malas, las que animen a los agentes económicos a aguantar y apostar por un futuro de crecimiento.

Sobre el autor de esta publicación

Fernando González Urbaneja

Nacido en Burgos en 1950, licenciado en Ciencias Políticas y titulado en Periodismo.

Desde 1999 hasta el año 2006 profesor asociado del departamento de Historia Económica en la Universidad Carlos III.

En la actualidad es colaborador habitual de los diarios ABC y otras publicaciones. Desde noviembre de 2003 a diciembre de 2011 preside la Asociación de la Prensa de Madrid y desde abril del 2004 hasta septiembre de 2008 Presidente de la Federación de Periodistas de España (FAPE).

Autor de los libros “Rumasa” (Planeta, 1983); “Banca y poder, la pasión por ser banquero” (Espasa Calpe, 1993); “Ética en la empresa informativa” en “Ética y empresa, visión multidisciplinar”, (Fundación Argentaria-Visor, 1997).

El Gobierno le designó en mayo de 2004 como miembro del comité de expertos para la reforma de los medios de comunicación de titularidad del Estado.

Actualmente es Decano del Departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual Facultad de Ciencias de la Comunicación Universidad Antonio de Nebrija.