No es cierto lo que dice el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cuando asegura que él ‘con Bildu no va ni a la vuelta de la esquina’.
Eso puede ser, lo que le gustaría al manchego, pero no es verdad mientras que Page siga en el PSOE que preside Pedro Sánchez que es socio de Bildu y siga apoyando a un gobierno que no solo ha pactado con Bildu sino que le ha hecho importantes concesiones.
Un Gobierno de Sánchez que se ha tragado las listas electorales de Bildu en las que se incluyen a 44 terroristas y sobre las que Sánchez ha declarado que ‘pueden ser legales pero que no son decentes’.
Cuando todo el mundo sabe, y Page ahí incluido, que lo más indecente son los pactos sellados en esta legislatura entre Bildu y el PSOE en el gobierno de Navarra, en la retirada de la Guardia Civil de tráfico de Navarra, en la reagrupación de presos de ETA y en las leyes de memoria histórica y de la vivienda.
Naturalmente, Page quiere engañar, con sus palabras y pellizcos de monja a Sánchez, a los votantes de La Mancha y puede que lo consiga. Que es algo parecido a lo que pretende Javier Lambán en Aragón y lo mismo ocurre con Guillermo Fernández Vara en Extremadura. Y con otros dirigentes socialistas que discrepan de los pactos Frankenstein de Sánchez con Bildu, Podemos, ERC y PNV pero que se los tragan.
Pero todos ellos aplauden, a fin de cuentas, esos pactos para disfrutar del control del Gobierno de España y están dispuestos a renovarlos otros cuatro años más a pesar de todos los pesares. Y aunque varios terroristas de ETA entren en las instituciones y humillen a las víctimas del terrorismo Vasco.
Y esa renovación de los pactos del PSOE con Bildu, ERC, Podemos y PNV la ha apoyado y la seguirá apoyando García-Page y el resto de los barones y gobernantes regionales del PSOE mientras no rompan con Sánchez y con la actual dirección nacional del PSOE.
Dirán desde el PSOE que el PP también ha pactado con la extrema derecha de Vox en Castilla y León. Pero Vox no tiene las manos manchadas por la sangre de más de 800 crímenes de ETA, ni ha sido cómplice ni inductor del golpe catalán de 2017 como lo fue ERC, ni ha favorecido penalmente a los 1.100 delincuentes sexuales a los que ha beneficiado la Ley Montero del ‘sí es sí’, etcétera.
De manera que Page está mintiendo para renovar su poder en La Mancha y toma por idiotas a sus conciudadanos. Como si el presidente manchego no fuera del PSOE y no apoyará el Gobierno y los pactos Frankenstein de su presidente y líder nacional Pedro Sánchez que vigentes y a la vista están.