Los ayudantes del Doctor Sánchez Frankenstein, que trabajan a marchas forzadas en el laboratorio y el quirófano de La Moncloa, están fascinados con la conquista científica que ha permitido a un parapléjico caminar tras recibir un ‘puente digital’ que ha establecido una conexión eléctrica entre células del cerebro y la columna vertebral.
Un descubrimiento milagroso que debería llamarse ‘Lázaro’ -‘¡levántate y anda!’- y que, aplicado a la política española le abriría al Doctor Sánchez Frankenstein (quien ya resucitó una vez en el PSOE) la posibilidad de, si no se estrella del todo el 28-M, tener alguna opción, de recuperarse para las elecciones generales de diciembre.
Lo que no parece probable vista la traca final de esta campaña electoral en la que no cesan de aparecer escándalos del PSOE en las compras de votos por correo en varias localidades, de Melilla a Murcia pasando por Mojácar. A lo que se une la posible imputación del hoy aforado y número tres del PSOE de Andalucía, Noel López, como un presunto colaborador en el secuestro de una concejal de la localidad de Maracena.
Un reguero de múltiples escándalos de fraude electoral que se unen a las listas etarras de Bildu. Lo que debería a influir en el resultado final de estas elecciones municipales. Las que además son, autonómicas y de impacto nacional y plebiscitarias sobre Sánchez, su Gobierno Frankenstein (PSOE y Podemos) y alianzas anti españolas con Bildu y ERC.
Si a ello le añadimos que están en juego seis autonomías que Gobierna el PSOE (Valencia, Aragón, Castilla La Mancha, Extremadura, Baleares y La Rioja), y cinco ayuntamientos (Madrid (PP), Zaragoza (PP), Sevilla (PSOE), Valencia (CP) y Barcelona (EC), veremos lo mucho que hay en juego este domingo 28 de mayo.
Pero muy prudentes deberían ser en el PP, donde González Pons no cesa de hacer el ganso y donde Feijóo, desorientado con tanto viaje, se confunde y no sabe si está en Valencia, Barcelona, Sevilla o Melilla, o en Andalucía y en Extremadura. Prudencia necesaria, pues, en el PP no vaya a ser que se esté engalanando demasiado pronto el balcón de la sede nacional de Génova 13, que probablemente se disputarán Ayuso y Feijóo.
Mientras, en la sede nacional socialista de la calle Ferraz cunde el desánimo a la vista de los últimos escándalos y sondeos y porque empiezan a llegar noticias de varios barones regionales en las que se anuncia que, en el caso de derrota, estos dirigentes pueden renunciar a sus escaños y a ejercer la oposición culpando a Sánchez y a sus pactos Frankenstein de su situación.
De momento todo apunta a que en la noche electoral del domingo Sánchez no acudirá a Ferraz y se limitará a hacer una declaración desde La Moncloa. Dejando la responsabilidad de dar la cara ante la militancia y los medios a ‘los López’, Oscar y Patxi, y con el encargo añadido de vigilar al ministro de presidencia Félix Bolaños, que está muy deprimido, para que no salte por el balcón.