A sus 42 años y pilotando el último prototipo de Aston Martin el gran piloto español que es Fernando Alonso ha logrado su podio 99 en la Fórmula 1. Lo que constituye una notable proeza deportiva tras una espectacular carrera donde partió en el puesto quinto de la parrilla.
Y donde, después de perder dos puestos en la salida (tras un roce con su compañero de escudería Stroll), adelantó de manera asombrosa y audaz a Rusell, Hamilton y Sainz (que fue cuarto), y se benefició de la retirada (por rotura de su Ferrari) de Leclerc, hasta lograr el tercer puesto en Baréin por detrás del holandés Verstappen y del mejicano Pérez.
Dos veces campeón del mundo, tres subcampeón y una tercero y victorias en 32 grandes premios de la F-1, Alonso vuelve a podio a bordo de un Aston Martin muy competitivo.
Con el que espera poner en jaque al portentoso Max Verstappen (ganador de los dos últimos campeonatos), en esta temporada que se anuncia más competitiva entre los ahora cuatro grandes de la parrilla, Red Bull, Ferrari, Mercedes y Aston Martin.
Estamos ante el regreso a lo más alto del automovilismo internacional de un piloto de 42 años gracias al encuentro de este piloto excepcional que, por fin y tras diez años de espera, ha encontrado un coche, en el último Aston Martin (marca del mítico bólido de las aventuras del Agente 007), un coche rápido y fiable. El que Alonso nunca tuvo en los últimos años y que ahora le ha permitido al español demostrar que sigue estando entre los más grandes de la Fórmula 1.
Y vamos a ver si este regreso al podio de Alonso se ve acompañado de la recuperación de Rafa Nadal, y del asalto al campeonato de Augusta de Jon Rahm, que este fin de semana sufrió mucho en el torneo de Arnold Palmer, pero que lleva tres victorias en los dos últimos meses de la PGA. Como está por ver hasta dónde llega el Real Madrid en la vigente Champions League en la que el equipo blanco podría alcanzar su décimo quinta Copa de Europa.
Los grandes triunfos del deporte español son, en estos tiempos de enormes dificultades económicas y sociales, ejemplos, como ahora el de Alonso, de resistencia y de superación. Y también motivos de orgullo y de ilusión como la que ayer protagonizó Fernando Alonso y que seguramente repetirá en los próximos grandes premios que están al llegar.