Puede que la imagen del Rey Felipe VI tocando el cajón flamenco en la Plaza de la Fragela, a las puertas del Teatro Falla, de Cádiz y siguiendo con gran precisión el ritmo de la banda de ‘cañoneros’ haya sido la mejor imagen del Rey español desde que subió al trono. Aunque su discurso de 3 de octubre de 2017, en la defensa y reposición del orden constitucional durante el golpe catalán, fue su actuación política más relevante.
Las redes sociales están llenas y repiten sin cesar las fotos y el vídeo de ‘El primer Rey cajonero’, título que le pusieron sus compañeros de ‘concierto’ y que lo acerca de entrañable manera al conjunto de la ciudadanía,
Unas imágenes y unos redobles del cajón, que Paco de Lucía incorporó al flamenco, que sin duda valen más que las imágenes de 1.000 actos oficiales y se han convertido en un broche especial para el IX Congreso Internacional de la Lengua Española de Cádiz.
Lleva el monarca español muchos meses de preocupación con todo, y no es poco, lo que acontece en España. Y especialmente con motivo del deterioro institucional y social en el tiempo, de alta inflación y de escasez energética y económica, que están sufriendo millones de familias españolas.
Y a no perder de vista, en este inventario, el injusto ‘extrañamiento’, en Abu Dabi, de su padre el Rey Juan Carlos I. Aunque, en el plano familiar, el Rey cuenta con el apoyo de la Reina Letizia, de su madre la Reina Sofía y de sus hijas: la Princesa Leonor -que muy pronto iniciará su formación militar en la Academia de Zaragoza-, camino de alcanzar pronto su mayoría de edad; y la Infanta Sofía.
Y, también, hemos visto el pasado fin de semana al Rey intercambiando con el presidente Pedro Sánchez confidencias y cómplices sonrisas durante la celebración de la Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, sobre la que el líder del PP, Alberto N. Feijóo, hizo unos desafortunados comentarios.
Un Sánchez que, ahora, en campaña electoral y necesitado de una mejora de su imagen para acercarse al centro de la política, se muestra cercano con el Rey y con una actitud más respetuosa y contraria a la que ha exhibido en los últimos meses.
Pues bien, la cercanía del Rey con los ‘cajoneros’ gaditanos, que tan buena acogida ha tenido, no debería ser un hecho aislado sino un gesto que el Rey Felipe VI debe recordar y tener presente en pos de su mayor acercamiento al conjunto de la sociedad española. Especialmente a aquellos colectivos de ciudadanos que más sufren y soportan con dificultades las inclemencias de estos tiempos tan difíciles que nos ha tocado vivir y que, lo antes posible, se deben de mejorar.