Feijóo en su laberinto

Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP.

PP.Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP.

Los próximos días 26 y 27 de septiembre, Alberto Núñez Feijóo subirá a la tribuna del Congreso para postularse como el octavo presidente del Gobierno de nuestra joven democracia.
Creo que al Rey no le cabía otra, aunque haya ordenado una investidura que esté abocada al fracaso. Salvo sorpresa, claro.

Un fracaso que ha fraguado el PP a golpe de excesos y desbarres, con un discurso que ha excluido a todas las fuerzas políticas que no comulgan con sus anclajes a la España centralista, de ordeno y mando, de un nacionalismo español tan chirriante como pueda ser el nacionalismo catalán o vasco más patriotero. El uso y abuso de esa España que está rota o a punto de romperse ha dejado al PP en pelota picada, a veces solo y a veces mal acompañado.

Por eso, en esta investidura de finales de septiembre, solo le acompañarán VOX -veremos a ver si no le hace el seis-siete que le endosó a Cuca Gamarra-, y algún diputado de los grupos minoritarios afines. 172 votos en la buchaca, pero a un abismo de cuatro, en cualquier caso, de la mayoría absoluta.

Está bien que, en un intento desesperado, en público o en la intimidad, Feijóo y el PP hablen nuevamente catalán y estén llegando a empezar a decir con la boca chica que Junts per Catalunya es un socio fiable. En esa línea, en poco tiempo, escucharemos a algún propio de Génova proclamar que Puigdemont es un patriota que merece un ‘pelillos a la mar’ que lo devuelva a la vida política como ´molt honorable’.

En fin, ya se sabe, la política hace extraños compañeros de cama -la cita, por cierto, no es de Fraga ni de Churchill sino de Shakespeare (dijo: “la miseria pone en contacto a un hombre con extraños compañeros de cama)-, y Feijóo tiene una cierta experiencia en acomodarse con personajes más complicados que Puigdemont, como el narco Marcial Dorado.

La opción desesperada, que llegó a insinuar Espinosa de los Monteros antes de su tocata y fuga de VOX, es ir al mercado persa de los horrores y convencer a cuatro diputados del bloque progresista para que se pasen de bando con armas y bagajes por España, siempre por España.

Todavía anda por ahí Esperanza Aguirre -el otro día la vi en una tienda cercana a Sotogrande acompañada por una filipina en busca y captura de una batidora-. Ella, la otrora lideresa del PP de Madrid, la dueña del perrito al que Ayuso asistió tan eficientemente, sabe un rato largo de esta compra de almas con total discreción. Los socialistas Eduardo Tamayo y María José Sáez todavía no dejan de agradecerle a la autora de Sara Mago haberles facilitado un pase VIP en la cofradía de Judas Iscariote para toda la eternidad.

Si no hay sorpresas de estas, pues lo normal es que Feijóo fracase y el Rey le encargue a Pedro Sánchez la investidura y la logre con el apoyo de Junts per Catalunya. Y el PP volverá a su verdadero ser, al terreno de las palabras gruesas. España se romperá de nuevo, los vascos y catalanes volverán a ser enemigos de la Patria, los de Bildu, unos etarras de tomo y lomo, Txapote seguirá votando al líder del PSOE, Puigdemont regresará a la senda de la antigua cárcel de Carabanchel y Pedro Sánchez será más Perro Sánchez que nunca.

En esta nueva etapa, es de suponer que la banda sonora la pondrá José Manuel Soto, con el gracejo que la caracteriza en el uso de la ametralladora cuando se atrinchera tras un tuit.

Sobre el autor de esta publicación

Jorge Bezares Bermúdez

Jorge Bezares Bermúdez (Guadiaro, Cádiz, del 7 de mayo de 1962) es periodista y consultor político y empresarial. Durante 28 años trabajó en el Grupo Joly, donde ejerció en su última etapa como corresponsal político en el Congreso de los Diputados. Y colaboró con Mundo Obrero, El Cocodrilo, Nueva Tribuna, Público, Viva y Campo de Gibraltar Siglo XXI. En sus artículos procura ser un defensor radical de la verdad y la tolerancia. Y, sin ningún género de dudas, es y ejerce de gaditano de Cádiz, Cádiz y de Puertatierra, sin necesidad de pasaporte.