Como ha dicho Yolanda Díaz, en referencia al reciente y muy exitoso libro del profesor neoyorquino y marxista Douglas Rushkoff titulado ‘La supervivencia de los más ricos’ y sin rodeos: ‘esto se va al carajo’. Es decir que según Rushkoff las élites multimillonarias americanas de las nuevas tecnologías, los Musk, Bezos Zuckerberg, Thiel, Altman, y Kurzweil, entre otros tienen un plan ‘B’ para el caso de una ‘Apocalipsis’: escaparse con sus cohetes del Planeta Tierra ‘si esto se va al carajo’.
La ‘liebre’ del riesgo de una ‘Apocalipsis planetaria’, por una guerra nuclear u otra gran catástrofe, la soltó en 2018 la revista The New Yorker cuando reveló que ricos emprendedores de las tecnologías de Silicon Valley estaban comprando casas en Nueva Zelanda dotadas de enormes refugios anti nucleares.
Lo que probablemente dio pie al libro de Rushkoff, y luego a la alarma de Yolanda que no dudó en repetir lo de ‘esto se va al carajo’. Y desde luego España se irá al Cataño, si se confirman los pactos de Sánchez con los nacionalistas (ayer Aragonés dijo que ya tienen la amnistía y les falta la autodeterminación) que van a poner patas arriba el país y al borde de una Apocalipsis institucional.
Y ello en plena investidura de Feijóo en el Congreso al que Sánchez le dio un sonoro plantón escapándose o fugándose, como Puigdemont en el maletero de un coche. O parapetado en el banco azul del Gobierno ‘en funciones’, al tiempo que soltaba en el hemiciclo un perro rabioso llamado Oscar Puente, con un discurso insultante escrito en Moncloa y sencillamente repugnante.
Si Sánchez continúa así, como diría Yolanda esto, España, ‘se irá al carajo. Al menos mientras Sánchez esté en la presidencia del Gobierno hasta que los nacionalistas separatistas, a los que pretende amnistiar y engañar, lo acaben abandonando cuando descubran que la amnistía no puede funcionar y, entre otras cosas, porque la echará por tierra el Tribunal Constitucional.
Afortunadamente, España es un país más sólido de lo que imaginan Sánchez y el PSOE sanchista. Los que, tarde o temprano, se estrellarán tras fracasar en su intento de provocar una Apocalipsis a la española, que esperemos que nunca llegará.