El VAR evita injusticias

Carvajal en el último partido ante el Barça.

EUROPA PRESSCarvajal en el último partido ante el Barça.

Ya no nos gusta el VAR. Se trajo el invento al fútbol español con el deseo de eliminar injusticias y ha servido para ello, pero empezamos a discutir si se está embarazada o poco embarazada. Es decir, es fuera de juego por poco, por un pie, por lo que manda el reglamento, pero no nos gusta si tenemos que argumentar que el gol anulado a Asensio fue por centímetros o milímetros si se quiere. La cuestión estuvo en sí estuvo en fuera y no en que estuviera por poco. Y lo estuvo aunque no nos gustara que se dictaminara la anulación.

El VAR ha traído más justicia que lo contrario. Durante años hemos vivido de las apreciaciones de árbitros “palomas o halcones” que decía mi amigo y tristemente desaparecido Alfonso Asuara y con ello vivíamos las noches de los domingos y las ediciones del lunes. En mi caso, solamente he discutido en el VAR que algunas situaciones se hayan prestado a la interpretación. Si con las imágenes a la vista ha habido colegiados que han dicho lo contrario que otros ha sido debido a la diferente interpretación del hecho. La visión de las imágenes de determinadas situaciones han servido para evitar errores y el balance, por el momento, es favorable al sistema del que nos estamos valiendo.

Ahora, para salir de más discusiones se implantará el artilugio que declara el fuera de juego instantáneamente. Bueno será que se instale y bueno será cuanto sirva para que lo que no ve el juez del partido lo delate un aparato tecnológico.

Lo que será siempre imposible de modular será la actitud de los árbitros frente a los jugadores. Porque habrá quienes se sientan más respetados que otros. Seguirá siendo más fácil, menos problemático, expulsar a un futbolista del Elche que a uno y no necesito citar nombres. Los grandes seguirán estando más protegidos. Cualquier error le puede costar la vida al artista como se dice en el circo y el fútbol, a veces, tiene mucho de vida circense. Pero al trapecio sin red protectora suben ser los mismos de toda la vida.

Posdata. La calidad de la selección española se medía, fundamentalmente, por el número de jugadores pertenecientes a Madrid y Barcelona. Todos los seleccionadores deberían estar perdonados porque sus derrotas, en parte, provienen de la cantidad de extranjeros que alinean los más grandes.

Sobre el autor de esta publicación

Julián García Candau

Nació en Vila-real (Castelló). Periodista.

Fue jefe de Deportes de “Ya”. Jefe de Deportes, Redactor Jefe y cronista parlamentario de “El País”. Director de Deportes de Televisión Española. Director de Deportes de la Agencia EFE. Director del diario “AS”. En la actualidad es colaborador de “Levante”.

Libros: “Santana”, “El fútbol sin ley”, “Historia de los Mundiales”, “Madrid-Barça- Historia de un desamor”, “La moral del Alcoyano”, “Bernabéu, el presidente”, “Celos, amor y muerte. Tragedias y pasiones del toreo” y “El deporte en la Guerra Civil”. Este libro el 26 de abril de 2008, el Premio de la Crítica en Valencia.

Ha colaborado en la Enciclopedia Espasa y en varios libros de diversos autores, entre ellos, “Historia de los espectáculos en España” y “Periodismo especializado”. En la actualidad es el único periodista en activo que informó de la victoria de la selección española de fútbol en la Copa de Europa en 1964. Posteriormente, asistió a las de 1968, 1980 y 2004.

Ha sido cronista de partidos de la selección española de fútbol desde 1963. Es el periodista deportivo que más crónicas ha dedicado al equipo nacional.

Ha sido enviado especial en campeonatos del Mundo de Alemania-74, Argentina-78, España-82, México-86, Italia-90, Estados Unidos-94, Francia-1998 y Alemania 2006.

Ha dirigido cursos de verano en la Universidad Menéndez y Pelayo de Santander y Juan Carlos I en Ronda, sobre cuestiones deportivas.

Ha pronunciado conferencias sobre deportes, olimpismo y lenguaje deportivo en diversas universidades españolas. Formó parte de la Comisión de Prensa del Comité Olímpico Internacional durante cinco años.

En 1975 le otorgaron el Premio Promosport en San Sebastián.

En 1989, recibió el Premio de Periodista del Año de “El Mundo Deportivo” de Barcelona.

En 1992 le fue concedido el premio Víctor de la Serna de la Asociación de la Prensa de Madrid. Es el único periodista deportivo que lo posee.

En 2006, le fue otorgada la medalla de plata el Mérito Deportivo. También fue distinguido con la Medalla del Barón de Coubertin que concede el Comité Olímpico Internacional.