Ya lo hemos escrito algunas veces pero vamos a insistir. El aparato de la estrategia y la comunicación del PP es un desastre. Y, en consecuencia, equivoca y desconcierta a Feijóo a quien Sánchez, aprovechando la fiesta de San Isidro, lo está toreando y dando pases de todas las marcas.
Lo grave es que Feijóo ya lleva más de un año en Madrid como líder del PP y de la Oposición y sigue sin enterarse de lo esencial que ocurre en España, y menos aún en La Moncloa o en Ferraz, la sede nacional del PSOE. Feijóo tiene algunas certezas y cierta intuición pero se le escapa lo esencial: el PSOE. Y por supuesto desconoce -y lo debería estudiar- cómo se hundieron para siempre los partidos socialistas de Francia y de Italia.
Pero ahora anda Feijóo encelado en el capote de Sánchez al que no cesa de atacar y descalificar mientras promete que lo va a ‘derogar’. Pero el líder del PP se ha olvidado de que estas elecciones son municipales y autonómicas y que son el PSOE y sus dirigentes y sus gobernantes regionales y locales los verdaderos protagonistas socialistas de estos comicios. Y los que pactaron con Sánchez que no fuera sus mítines para confundir al PP.
Y lo que hacen Feijóo su equipo directivo y sus comunicadores es perseguir a Sánchez y olvidarse del PSOE, de sus gobernantes, dirigentes y votantes. Y, claro, Sánchez está encantado con su nuevo rol de flautista de Hamelín porque con su flauta mágica atrae a la cúpula del PP, para que se olviden del PSOE.
Un Sánchez, al que ya le han dicho de todo y resbalan las críticas del PP porque además han tocado techo y fondo. Y porque sabe que mientras el PP lo persigue a él el PP se olvida y blanquea al PSOE y a sus dirigentes, los Page, Lambán, Vara, Armengol, Espadas, López, Illa, Chivite, etc. Los que parecen que en esto de las listas etarras de Bildu se acaban de caer de un guindo.
Como parece, porque no hacen nada para impedirlo, que no sólo están a favor de los pactos de Sánchez con Bildu y sus etarras o con ERC y sus golpistas sino que, si les hiciera falta, el PSOE y sus barones aceptarían ministros de Bildu y ERC en el futuro gobierno de Sánchez, como ahora tiene ministros de Podemos y del PCE.
Y ¿qué dicen los máximos dirigentes del PSOE sobre los pactos de Sánchez con la banda Frankenstein? pues lo mismo que dice Sánchez: ‘que son legales pero no decentes’. Y eso es todo, y aquí nunca pasa nada a pesar de todo lo que está pasando, porque Sánchez domina el escenario y Feijóo le sigue por detrás.
Y además la economía crece como un cohete y Sánchez ahora se lleva al cine a los jubilados, y pronto a los niños al circo, y después les organizará a los jóvenes, además de viviendas y créditos subvencionados, una gira por toda España del más trepidante rock and rol Internacional. Ya lo verán.