Jornada negra la de ayer miércoles para el Presidente Sánchez a quien su compañero de partido y presidente de Aragón, Javier Lambán, le ha propinado un sonoro garrotazo diciendo que ‘mejor le hubiera ido a España sí el líder asturiano del PSOE Javier Fernández hubiera sido el secretario general del PSOE en lugar de Pedro Sánchez’.
Y esto decía Lamban en el debate de una mesa redonda sobre autonomías mientras en el Congreso de los Diputados una enloquecida ministra de Igualdad, Irene Montero, acusaba al PP de ‘promover la cultura de la violación‘.
La descalificación descarnada de Lamban a Sánchez ha incluido también la denuncia de que Sánchez miente cuando dice que Cataluña está mejor que en 2017, una vez que el político aragonés afirmó que ‘el tema catalán no se está solucionando porque los nacionalistas están tranquilos y su hoja de ruta se va realizando’.
Esta ha sido la primera vez que un alto dirigente del PSOE como es Lambán se atreve a lanzarse contra Sánchez. Y además en el mismo día en el que en el Gobierno de Sánchez y en el PSOE estallaba un enfrentamiento con Irene Montero por su ataque desmedido y demencial al PP.
Una ministra Montero que debió presentar la dimisión cuando se produjo en los tribunales, por culpa de su chapucera Ley de ‘sí es si’, la primera (ahora son decenas) rebaja de penas a los delincuentes sexuales. Pero la dignidad política y la responsabilidad democrática no son cualidades de esta ministra.
Sino que ella se adorna con la cobardía, la mentira y el insulto presto como lo demostró en el Congreso cuando, para tapar sus errores, dijo que ‘el PP promueve la cultura de la violación’.
Una calumnia infame por la que la presidenta de la Cámara Meritxell Batet amonestó a la ministra que además se negó a retirar sus indignas palabras, visiblemente nerviosa y demostrando que no está en sus cabales y que ha perdido la cabeza si es que alguna vez la tuvo, por lo que no puede seguir en el Gobierno.
Y si no dimite en las próximas horas deberá ser el presidente Sánchez quien la cese porque los insultos y la violencia política de Irene Montero (que llamó ‘machistas’ a los jueces y suele llamar fascistas a la oposición), va unida a su flagrante incapacidad política probada en la Ley del ‘sí es sí’ -que ella se niega a rectificar- y contamina a todo el Gobierno y al propio Sánchez.
Una ministra Montero que ha roto el colectivo feminista donde una mayoría le piden la dimisión, mientras el PSOE se niega a apoyar su proyecto de Ley Trans porque incluye errores similares a la Ley ‘si es sí’, e incluso mayores porque desprotegen a menores y a sus familias.
Y han sido Sánchez e Iglesias los que han llevado a Montero a la senda del disparate y la locura en la que está inmersa entre gritos y lágrimas. Sánchez a base de protegerla e Iglesias azuzándola contra todo y contra todos.
Y ahí incluida la vicepresidenta Yolanda Díaz a la que Iglesias, maestro del insulto y la violencia política, llamó ‘miserable, cobarde y estúpida’.
Pero a última hora de la tarde de ayer el disparate de Montero lo eclipsó la declaración de Lamban quien tampoco ha dicho nada extraordinario porque decir que a España le iría mejor sin Sánchez eso es algo que lo saben la mayoría de los españoles y de los dirigentes y militantes socialistas. Pero la novedad está en que semejante certeza la haya hecho pública Lambán.