Está claro que ni en La Moncloa ni en el PSOE les salen bien, sino muy mal, las encuestas sobre los votos y los concejales que pueden conseguir en las elecciones municipales del 28 mayo. Con el agravante de que la tendencia va a peor y la certeza de que esta chapucera Ley del ‘solo si es sí’ de Irene Montero les ha provocado un enorme desgaste en su electorado.
Como parece claro que ahora, aunque corrijan la famosa Ley, el daño ya está hecho y las rebajas de las condenas y las excarcelaciones seguirán. Y en esta tesitura ¿qué hacer?
Pues lo mejor y más sencillo para el presidente Sánchez sería ‘matar dos pájaros de un tiro’, es decir: cambiar esta Ley y cesar a la ministra Montero, soltando de una vez por todas el pesado lastre de UP en este año electoral, y cuando ya tienen aprobados los PGE.
Cuidado, pues, con Sánchez porque está en apuros y necesita alejarse de UP (máxime teniendo, como tiene, la alternativa de Yolanda Díaz y Sumar), y a sabiendas que, tras la crisis de la Ley Montero, la relación con UP en el seno del Gobierno de coalición será muy conflictiva e incontrolable.
Naturalmente, a Sánchez le interesa que sea Podemos quien rompa y por eso han lanzado a la opinión pública la decisión irrevocable de cambiar la famosa y desastrosa Ley, sin admitir nuevos retoques o refuerzos judiciales como a la desesperada piden desde UP para minimizar el fracaso.
Nada de nada, los ministros socialistas del Gobierno ya están hartos de los disparates de UP, de sus insultos a todo el mundo, de su apoyo a Putin y del daño que ya les han causado al Gobierno y al PSOE.
Y si Montero no dimite Sánchez deberá de cesarla en la compañía de Ione Belarra que también ha insistido en defender esta desastrosa Ley que ya ha producido rebajas de sus condenas a más de 330 violadores y agresores sexuales, una cifra enorme que seguirá aumentando en los próximos días.
Y alguien tiene que pagar un alto precio político por todo ello. Y ese alguien no va a Sánchez y se llama Irene Montero. Y conociendo la frialdad y maldad de Sánchez, como conocemos, todo apunta a que a la ministra de Igualdad la puede fulminar. Sobre todo si Montero y Belarra continúan con exigencias en lugar de pedir disculpas y asumir su error y su responsabilidad.
De manera que mucho cuidado y atención porque, si esto sigue así, en las próximas horas puede haber una crisis de Gobierno más amplia de la que se estaba preparando, para sustituir a las ministras candidatas Reyes Maroto y Darías.
Una crisis que Sánchez venía retrasando de manera premeditada porque puede que la decisión de romper con Podemos la tenía tomada desde el mismo día y momento que se aprobaron a finales del pasado año los PGE de 2023.
Y ahora todo apunta a que podríamos estar cerca de la dimisión o el cese de Montero, o del principio del fin del Gobierno de coalición. Aunque puede que no al completo porque tanto Yolanda Díaz como otros dos ministros que le son afines, como Garzón o Subirats, sí que podrían seguir.