Ni el Gobierno de Sánchez ni la Oposición de Feijóo se están ocupando de la enorme falta de agua que sufre nuestro país ante la ausencia de lluvia, las tormentas torrenciales de las que no se aprovechan nada, y la tremenda bajada del nivel de los pantanos que están causando serias necesidades de agua en numerosas poblaciones españolas.
Las que pueden llegar a ser alarmantes si continúa sin llover y se mantienen las altas temperaturas que estamos sufriendo en España desde hace ya casi seis meses. Y a no perder de vista el dañino y enorme impacto que la sequía está produciendo en el campo español.
Y en la agricultura, especialmente en las zonas de regadío. Y en otras donde ahora y, por ejemplo, ya se da por perdida la próxima cosecha de la aceituna y una importante reducción de la producción de aceite de oliva del 50 % para 2023, lo que tendrá duro impacto al alza en el precio de este producto imprescindible en la cesta de la compra nacional.
El Gobierno de Sánchez tiene puesta su atención en el abastecimiento de la energía y en el precio de la electricidad, pero se está olvidando del agua que es otra cuestión esencial y de primera necesidad nacional.
Un problema que nadie ha querido abordar en serio y profundidad. Ni este gobierno del PSOE ni en otros anteriores del PP, a pesar de que hace falta una nueva política hidráulica nacional.
Incluyendo en ella -a pesar de protestas irresponsables de ecologistas- la creación de pantanos, trasvases de agua entre distintas cuencas fluviales, sistemas para contención y de embalsamiento del agua de las riadas para que ese agua tan ‘brusca’ pero tan preciada no se filtre en alcantarillas de las ciudades o en el campo, o se escape al mar.
Y lo mismo habrá que hacer y cuidar con acuíferos y aguas subterráneas que son un preciado y escaso tesoro que debemos cuidar y preservar.
Y el primero que debe ponerse en marcha y hacer sonar las alarmas es el ministro de Agricultura Luis Planas que no parece muy preocupado con la crisis del agua y la necesidad de ahorro y contención de las reservas que nos quedan en este momento, si es que la lluvia de este otoño caliente se hace esperar.
Pero se equivocan en este Gobierno si no entienden que el agua en España es tan importante, y en algunas regiones agrícolas de nuestro país más, que la energía y la electricidad.