El Madrid finalista del Mundialito al vencer al campeón de Egipto, Al Ahly, adversario que puso la victoria difícil y hasta sufrida. Los madridistas tuvieron que llegar a la minuto 93, para asegurar la victoria con jugada en que Ceballos, que había sustituido a Kroos, de taconazo, le pusiera a Rodrygo el balón para marcar el tercer tanto y afirmar el pase a la final. La guinda la puso el canterano Arribas, que hizo el cuarto ya en el minuto 97. Lo que en otro tiempo podían considerarse minutos de basura con las largas prolongaciones actuales han pasado a ser oportunidades para aumentar el grado de las emociones.
El equipo egipcio luchó hasta el último instante. Mostró calidades de juego importantes y Lunin tuvo que hacer de Courtois un par de veces para evitar que el resultado fueras bastante distinto. Los egipcios marcaron de penalti cometido por Camavinga y la misma pena se dictaminó contra el Al Ahly, pero Modric no logró engañar al portero que detuvo lo que podía haber sido en ese momento el tanto de la tranquilidad. Hubo que esperar a que el marcador fuera muy ventajoso para despejar las incógnitas que ponían sobre el césped los jugadores egipcios.
Un regalo defensivo posibilitó que Vinicius, que había desaprovechado una ocasión de gol anterior, puso al Madrid por delante en los últimos instantes de la primera parte. Antes, Rodrygo había rematado al palo y la portería madridista había pasado por apuros y los egipcios habían tenido tres oportunidades para batir a Lunin, quien también tuvo que esforzarse para evitar la diana egipcia. Fue gran intervención.
El campeón africano, líder en su liga e invicto en una serie de encuentros, alineó a nueve futbolistas de su país y el Madrid solamente contó con un español, Nacho. El Al Alhy, jugó el primer cuarto de hora recogidito, todos sus futbolistas en su campo, con toda clase de precauciones y dejó que el Madrid tuviera el balón y jugara en el terreno rival. Parecía que el resultado tendría que ser favorable al que mostraba más presencia en el juego. Sin embargo, la defensa egipcia cubría bien todos los espacios y salvo tres momentos esporádicos no mostró momentos de aspiraciones goleadoras. El Al Ahly se olvidó de tanto miedo y comenzó a buscar los contragolpes con los que dar que pensar al rival de que todo no era tan fácil. La defensa madridista, con ciertos despistes de Camavinga, que se sumaba al ataque como en él es habitual, también consiguió cerrar su área y salir a la contra cada vez que los delanteros egipcios perdían el balón en sus avances. Por la banda derecha con Al Shatat, llegaron los mayores apuros para Lunin. Hubo que reconocer los buenos detalles de Abdelkader, Maaloul, autor del tanto de penalti y Sherif para constatar que enfrente había adversario. Y llegó el momento crucial en el que un fallo defensivo permitió a Vinicius no desaprovechar esta ocasión. Luego todo comenzó a rodar a favor del Madrid aunque tuvo que luchar y sufrir hasta los minutos finales.