Carlo Ancelotti suele ser discreto en lo que se refiere a movimientos de la plantilla. Se sabe que pide pero no da tres cuartos al pregonero. Lo deja para que en el club se dedique sobre lo más conveniente en los fichajes. En el Bernabéu conocen sus preferencias, pero no son exigencias del todo o nada. El club maneja los tiempos y los dineros. Para la próxima temporada es evidente que hay que recomponer la delantera que se ha quedado con sólo los dos brasileños por la marcha de Benzema. Las de Hazard y Mariano no han dado pesares porque se sabía de antemano que no iban a continuar. La baja del francés, que en los últimos meses no había sido el espectacular delantero que se ganó el Balón de Oro, era, no obstante, futbolista fundamental. Dentro del campo y en el vestuario. Hubo un tiempo en que fue el ángel de la guarda de Vinicius para los momentos de exaltación.
En los diarios están los nombres de Havertz, Kane y Bellingham en el ánimo de los posibles vendedores y compradores están los millones que hay que invertir. El Madrid, pese a la fortuna que ha invertido en la remodelación del estadio, que acabará siendo la joya de la corona, tiene crédito suficiente en la Liga para contratar a los jugadores que necesita. Las bajas de Benzema, Hazard, Asensio y Mariano han rebajado el nivel de tal manera que no puede encontrar el mínimo inconveniente en lo relativo al “fair play” financiero. La economía de la entidad tiene los números rojos que se puede permitir y con ello no se topa con la imposibilidad de reforzar el equipo.
La próxima temporada continuará siendo equipo importante en Liga de Campeones y todo hace suponer que completará la plantilla con los jugadores que le permitan acudir a la liga española con más trascendencia que la que acaba de finalizar. Seguro que Ancelotti no tendrá queja.
Posdata. Luis de la Fuente llegó a la selección como gran renovador. De momento. Ha convocado jugadores que dan al equipo más veteranía de la que se presuponía. En una de estas nos acordamos de Luis Enrique.