El debate de las elecciones

El debate de las elecciones

EFELos candidatos a la presidencia del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez (i) y el popular Alberto Núñez Feijoo, antes de iniciar el debate electoral.

El bloque del gobierno PSOE más Yolanda Díaz ha planteado la última semana de la campaña insistiendo en la estrategia de continuar azuzando el miedo al gobierno del PP, e intentando descalificar a Núñez Feijóo y las propuestas que presentó en el debate con Pedro Sánchez.

Es un ejercicio de cinismo negar hechos obvios que están en el BOE, como el recorte de las pensiones, sueldos de los funcionarios e inversiones que protagonizó Zapatero con el Real Decreto ley de 20 de mayo de 2010 que se convalidó en el Congreso con el voto de Pedro Sánchez. En su exposición de motivos dice: “Para lograr los objetivos recogidos en este Real Decreto-ley resulta necesario, entre otras medidas, suspender excepcionalmente la revalorización de las pensiones de carácter contributivo para el año 2011.” Y así lo dispone expresamente en su texto el artículo 4.

Y que Yolanda Díaz no reconozca el engaño estadístico de trolero de la reforma laboral de los fijos discontinuos, cuando el número de horas de trabajo ha decrecido, como también han bajado la productividad y el PIB per cápita de España, demuestra que la propaganda con la agitación ha sido el banderín de enganche que ha utilizado este gobierno.

Con esta estrategia de fuegos artificiales y tómbola desde la sala de prensa de La Moncloa, los candidatos socialistas y neocomunistas niegan los hechos y escamotean la situación económica que se avecina.

El gobierno alemán de coalición de socialistas, verdes y liberales mantiene al contrario el rigor económico y ha aprobado una reducción de gasto público de 30.000 millones de euros en el presupuesto para 2024.El ministro de economía,el liberal Christian Lindner, con el apoyo de Scholz, ha sido rotundo: vuelve la austeridad y bajaremos los impuestos.

Para ello harán efectivo el mecanismo constitucional del freno de la deuda, limitando el déficit presupuestario. “Si quieres financiar algo nuevo, tienes que decir antes de dónde debe salir el dinero, señalar claramente lo que ya no habrá que financiar”.

La vicepresidenta Calviño en España que conoce que el BCE va a continuar con la subida de tipos y con la reducción de su balance, sin embargo, le pone cara de ministra aplicada a Christine Lagarde para pedirle que no cierre el grifo del endeudamiento de los Estados.

La inflación de Alemania que se mantiene al 6 por ciento y el control de los países frugales del norte en la Comisión europea vuelven al rigor y van a condicionar la política económica de los próximos dos años, como ya han anunciado, restableciendo las reglas fiscales.

A este momento llegamos en nuestro país con una deuda del 112,80 por ciento del PIB, por un montante de mas de 1.535 millones de euros, la deuda más alta que ha generado un gobierno en España desde 1978. De este récord si pueden presumir Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, la ministra Marisol cantando la vida es una tómbola, ton, ton, tómbola, cuando promete 20.000 euros a los jóvenes de 18 años.

Una deuda además que está financiada a un tipo medio más alto como consecuencia de las nuevas emisiones que se tienen que adaptar a un escenario de subidas de tipos de interés.

Si en diciembre de 2022 las letras del tesoro se colocaban al tipo del 0,728 por ciento, en la última subasta de 2023 están a un tipo marginal de 3,804 por ciento.

El efecto de la deuda y del incumplimiento de la disciplina fiscal, recae directamente sobre los ciudadanos y está agravado por la subida de impuestos a trabajadores que han visto cómo en sus nóminas sube la retención del IRPF por el efecto marginal del tipo, aplicado mientras los empresarios padecen la subida de cotizaciones sociales.

Por ejemplo, una nómina mensual de 2.756 euros hace un año suponía unos ingresos al Estado por retención IRPF y cotizaciones de 1.405 euros aportados por el trabajador y la empresa. En 2023 con una subida al trabajador de 85 euros mes, la aportación a los ingresos del Estado suben hasta 1.581 euros y el asalariado solo percibe una subida efectiva de 40 euros al mes.

En definitiva, pierde 530 euros al año y si está pagando una hipoteca de 100.000 euros además le ha subido la cuota 1.940 euros al año.

Con estos hechos todavía se pregunta cada mañana Pedro Sánchez, mirándose al espejo, por qué no le quieren.

Sobre el autor de esta publicación

Ignacio del Río

Nacido en Madrid, el 4 de marzo de 1956.

Abogado y Registrador de la Propiedad. Ha sido asesor jurídico de los Grupos Parlamentarios del Congreso y del Senado del Partido Popular en los años 1986 a 1992.

Diputado de la Asamblea de Madrid ,1991-1995 y Portavoz de Política Territorial, Urbanismo y Transportes.

Secretario General del Partido Popular de Madrid para el mandato del Congreso periodo 1993-1995.
Teniente Alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid 1995-2003. Durante su mandato se aprobó el PGOU de Madrid de 1997 y se formalizó la candidatura olímpica Madrid 2012, de la que fue Consejero Delegado hasta el año 2003.

Ha colaborado en diversos medios como ABC, El Independiente, La Estrella Digital, El Mundo y Expansión y en programas de radio. Actualmente participa en La Ventana de Madrid de la Cadena SER.