'El bueno, el feo y el malo', invitación a Borrell 

Josep Borrell

Josep Borrell

Este espectáculo al que estamos asistiendo en España es un Western más que una batalla política y no faltarán guionistas que lo lleven al cine, siempre que podamos contar con el talento de un director como Sergio Leone y un compositor de la talla de Ennio Morricone.

El título es muy sencillo de adivinar ‘La investidura tenía un precio’, de la saga en la que también figura la cinta de ‘El bueno, el feo y el malo’. En el papel de ‘El malo’ está Sánchez y en el del ‘El Feo’ Puigdemont pero hace falta encontrar a ‘El bueno’ que, desde luego, no es Feijóo porque el gallego no da la talla y se parece a Clint Eastwood como un huevo a una castaña.

Habría que contar con un ‘Bueno’, o a lo mejor una heroína, rol que por el que seguramente se batirían en duelo con uñas y dientes y agarrándose del pelo la populista Ayuso y la ultraliberal Cayetana. Pero en el panorama político español no tenemos un ‘tercer hombre’.

O un político del talento y la independencia como el italiano Mario Draghi, tras su paso por las instituciones europeas. Lo que nos lleva al vicepresidente de la Comisión Europea y político de primer nivel, Josep Borrell. El que se las ha tenido tiesas hasta con el mismísimo ministro ruso Serguei Lavrov.

Pero si miramos a Italia (cuya Escuela Europea de Florencia, Borrell dirigió), veremos, con respecto a Draghi, que la crisis italiana era de Gobierno y la de España es de Estado. Y debería inquietar en la UE y, especialmente, en el edificio Berlaymont de la Comisión.

Dos discursos de Borrell, en Barcelona con la Sociedad Civil Catalana sobre España y en el Parlamento Europeo (que él había presidido) sobre la invasión de Ucrania, dan fe de su talante y su firme compromiso con la Democracia y el Estado de Derecho, ahora en almoneda en nuestro país.

Y lo que la famosa Ley de autoamnistía, que exige Puigdemont, ‘El Feo’ de la película, es ‘el precio’ que el prófugo de Waterloo ha puesto a la investidura de Sánchez, ‘El Malo’ de la función. El que a lo mejor considera que la Constitución es solo un papel. Y que, de tanto mentir a todos e incluso a sí mismo, ha perdido todo contacto con la realidad.

A lo lejos, y mientras tanto, la vieja nave del PSOE navega entre brumas como un buque fantasma de velas negras y rasgadas -la ‘Perla Negra’ de Piratas del Caribe- y con los espectros de Felipe González y Alfonso Guerra deambulando por la cubierta de un barco que con un rumbo cierto avanza hacia los afilados acantilados de la costa donde encallará.

Borrell, ahora convertido en un inagotable viajero del mundo en el nombre de Europa, conoce lo que está pasando en España. Pero debería hacer una pronta escala en Madrid para mediar, en pos de la cordura y la legalidad constitucional. Podría ser ‘El bueno’ providencial de esta película pero solo él es quien lo tiene que decidir.

Sobre el autor de esta publicación

Marcello

Un Jack Russell de pura raza, que cursó estudios de criminología en Oxford, y se licenció "cum laude" en el master de sabuesos de Scotland Yard. En Inglaterra conoció a un bisnieto del perro de Baskerville y en Estados Unidos (donde tiene a dos primos hermanos, Uggie ganador de un Oscar con 'The Artist' y Eddie, el perro del psiquiatra Frasier Crane) trabajó a las órdenes del FBI. De regreso a España se dedicó al periodismo que es profesión mas arriesgada que la lucha contra el crimen internacional, y en esto de Internet lleva casi doce años y sin descansar