Las cifras que se manejan hoy en los presupuestos de los clubes de fútbol han rebasado todos los pronósticos de futuro que pudieran haber hecho los dirigentes más optimistas. El Madrid, que no ha hecho grandes fichajes esta temporada, el de Bellingham no ha sido con dineros galácticos y es como si le hubiera tocado el gordo de lotería porque ha sido acierto pleno, está manejando cifras justificadamente astronómicas con las que afrontará la próxima asamblea de socios. De momento, por medio de tres créditos que alcanzan 1.160 millones de euros afronta el gasto de la remodelación del considerado nuevo Bernabéu. En tiempos del siempre recordado presidente, para fichar a Amancio el club le tuvo que pedir un préstamo de doce millones de pesetas a su vicepresidente Francisco Muñoz Lusarreta, gran empresario teatral.
Hasta hace años, los presupuestos de los clubes se sustentaban en el número de socios, abonados y asistentes a los partidos. Después llegaron los patrocinios y los ingresos por televisión. Los dineros de las taquillas eran fundamentales. Ahora, tal apartado es uno más de los que contabilizará el club en los beneficios que pretende obtener del propio estadio. Florentino Pérez se metió en el gran laberinto de la espectacular reforma del estadio en lo que parecía un salto al vacío. Por lo menos operación de gran riesgo. De Bernabéu se heredó la Ciudad Deportiva, que salvó a la entidad, de la que obtuvo ingreso en dos ocasiones y sin tener que levantar el pabellón de baloncesto al que se había comprometido. La entidad no tiene problemas para obtener créditos y cuenta con que los ingresos anuales por la explotación del propio estadio, en los negocios de explotación de actividades muy diversas, están cifrados en trescientos millones de euros anuales.
La sala de trofeos el estadio eras recinto cerrado y al que solamente se podía acceder en alguna ocasión. Un fraile trapense, de Villarreal, forofo del Athletic Club de Bilbao, que había sido jugador de futbol en su ciudad, interior izquierdo, no quiso pasar por Madrid sin ver los trofeos del Madrid. Vicente Alairach, nombre del monje, en agradecimiento, se ha pasado años rezando por don Antonio Calderón, entonces gerente madridista, que le abrió las puertas del museo, que no estaba en las visitas guiadas de la sociedad. Ahora, el Bernabéu es el tercer museo de Madrid en el número de visitantes. En este aspecto compite con el Prado. El recinto madridista se ha convertido en parte del excursionismo. Los trescientos millones que ingresará el club por actividades diversas, todas ajenas al fútbol, están muy justificados.
Posdata. Se avecinan tiempos de grandes remodelaciones de estadios para tener plaza en el Mundial. Estamos en vísperas de confrontaciones políticas por conseguir ser sede en el campeonato. El nuevo Bernabéu se vaticina como recinto de la final.