Duda metafísica: ¿Es más noticia que el Madrid pierda en Mallorca o que el Barça se aleje en la clasificación a ocho puntos? El Madrid, derrotado en Mallorca, no fue mas que la consecuencia de un fútbol que no impone la superioridad que se le supone. La derrota madridista no es consecuencia de número de partidos que ha de disputar. Ancelotti se queja de ello, pero no cuenta con que jugar la Supercopa son más de ocho millones de euros, jugar el Mundialito corre a cargo del prestigio y participar en Europa es el estado natural del club. El problema no es solo la cantidad. Hay momentos en que falta calidad, Y que Asensio no marcara de penalti no es por su cansancio.
El Barça necesitaba ganar al Sevilla para aumentar su distancia con el Madrid. El Sevilla precisaba puntuar en el Camp Nou para seguir huyendo de la zona innoble en la que estuvo instalado buena parte del campeonato. El partido se puso de color azulgrana desde el minuto inicial hasta los últimos diez de la primera parte. Más balón, más dominio y más córneres y solamente un remate de cabeza de Araujo, que no encontró portería, y un disparo de Lewandowski que mereció la gran parada de Bono. Fue lo mejor del juego. Lo demás fueron pases incontables de los barcelonistas, balones retrasados a Ter Stegen, cada vez que un sevillista osaba presionar en el centro del campo, e incluso en el suyo. El guardameta barcelonista hubo momentos en que actuó en el lugar habitual de un defensa central. Incluso hubo algunos momentos en que su adelantamiento era muy imprudente dado que una pérdida de uno de sus compañeros podía producir un tiro lejano con la portería sin quien la defendiera.
El fútbol barcelonista es muy reiterativo. Gana partidos, es líder y pese a ello cuesta que entusiasme. Esta vez, Xavi en lugar de Balde alineó a Jordi Alba que sabe entrar por su banda con peligro. En más de una ocasión estaba solo y sus compañeros preferían buscar a Raphinha que no anduvo tiempo poco inspirado. En la segunda mitad se enmendó y además de participar en los tres goles, uno se lo regaló a a Gavi y el tercero lo marcó él. Para romper el resultado fue Jordi Alba quien a pase de Kessié batió a Bono.
El Sevilla tardó en tomar alguna medida en el centro del campo. La superioridad azulgrana lo empujó hacía su área. Cuando logró quitarse de encima a los medios adversarios, sin Busquets lesionado en cuarto minuto del encuentro. En la segunda parte ofreció más resistencia con los cambios. Nesiry dejó su puesto y Brian Gil que dio movilidad, Lo extraño fue ver a Rakitic de delantero centro hasta que entró Ocampos por el lesionado Acuña.
En los momentos en que los sevillistas trataron de interpretar el mensaje de Sampaoli, que le fue entregado a Joan Jordán en “recado de escribir” llegaron los tantos barcelonistas. Los azulgrana consiguieron llegar con más peligro y goles cuando se buscó la espalda de los defensas del Sevilla. Tanto toque sin dar pases de gol desespera, empalaga y pone en peligro el triunfo o lo reduce al 1-0 que no es para entusiasmar.