El Fútbol Club Barcelona ya es campeón de Liga. Por ironías del destino, un club fundado por extranjeros fue a ganar su nueva liga al campo del club creado por españoles. El Barça podía esperar para proclamarse campeón, pero quiso hacerlo donde más duele. La victoria alegra a sus seguidores pero envuelve en ira a los periquitos, que además de tener el innegable mérito de seguir siendo socios en Cornellá, necesitaban ganar para el esprint final del campeonato en el que las victorias son muy necesarias puesto que está en peligro la permanencia en Primera.
No era posible ninguna componenda porque de lo que más disfrutan los socios azulgrana es dejar en la cuneta a sus vecinos. En Cataluña no es posible un pacto de amistad con ningún club porque el Barça se ha hecho con el ambiente no solo futbolístico, sino también en otras disciplinas. Aunque en este momento existe el Girona, un clásico como el Gimnastic de Tarragona no pasa de Segunda como el Lleida, que también gozó de las mieles de Primera, también de manera más que esporádica, y el Sabadell, que ha vivido épocas importantes en la elite, igualmente malvive en las divisiones inferiores. El más clásico de todos, el Europa, suele tener presencia en categoría regionales.
En medio partido el Barça con goles de Lewandowski, que recuperó el tino y Balde puso al Espanyol contra las cuerdas. Fue emotivo ver por televisión las imágenes de algunas periquitas llorando con el 0-3 del marcador. Desconozco cuál era entonces el sentimiento del diputado de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, confeso españolista a quien también debió doler la derrota de los suyos, que fue agrandándose con los minutos, pero la glorificación de sus adversarios no fue lo inmensa que se deseaba porque el Espanyol no se dio por vencido y le marcó dos tantos a Ter Stegen. Ser perico en Barcelona tiene más que mérito.
La Liga estaba definida a la que solamente le faltaba el canto final de la obra. El Atlético, que quería ser segundo protagonista fue derrotado en Elche con Simeone luciendo su singular modo de ver el fútbol, con tantas manifestaciones impropias de un profesional. Sobre todo cuando pide tarjetas para jugadores contrarios.
El Madrid tenía el compromiso de no defraudar a cuantos están luchando por la salvación ganando en Getafe. Lo hizo a pesar de que Ancelotti alineó a una especie de Castilla reforzado. En la segunda mitad tuvo que recurrir a los clásicos para que el juego tuviera más ordeno y mando. Con Modric y Kroos cambió la partitura. Hasta ese momento el Madrid había desafinado.
El campeonato tiene ganador. Falta definir dos puestos de descenso puesto que el Elche ya tiene los pies en Segunda. El Sevilla cambió la seda por el percal y con ello comenzó a ganar partidos. La llegada de Mendilibar fue providencial. De estar en puestos de descenso ha pasado a buscar gloria continental en la Liga Europa. Y en la española ya perdió de vista los puestos que lo llevaron a pedir socorro. Se lo dio Mendilibar.
Posdata. El Valencia se acerca a la salvación con jugadores del Mestalla. La cantera le está dando el rendimiento que no le han proporcionado las medianías fichadas por Jorge Mendes y su socio Peter Lim.