Tamara Falcó debería dejarse de tonterías y comprarse de una vez el vestido de novia en El Corte Inglés que tiene los mejores, más elegantes y originales para tan esperada ocasión.
Pero, mientras tanto, y a la espera de que la Preysler saque de su chistera mágica ese conejo blanco de tiros largos y transparencias, que tiene sobre ascuas a la prensa del corazón, en la recta final de la campaña electoral en curso también estamos expectantes con el que será el último gran anuncio y regalo sorpresa de Pedro Sánchez a los votantes españoles.
Y ya circula el rumor de que será un ¡jamón! para cada familia española.
Con el que el Gobierno considera que aliviaría en algo a los españoles del duro impacto de los precios de la cesta de la compra.
Y si ello Sánchez lo acompaña de un bono oficial que garantice una demora de tres meses en el pago de las hipotecas, entonces miel sobre hojuelas, el cierre de la campaña electoral de Sánchez será impactante y espectacular.
De ahí que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero -otra que debería comprarse los trajes en El Corte Inglés- esté obligada a echar las cuentas del precio de los jamones que habría que enviar a unos 18 millones y medio de familias españolas.
Lo que, a una media de 300 euros por cada jamón (que serán ‘de bellota’, porque la calidad es importante), el gasto de los 18 millones y medio de jamones para las arcas del Estado será algo menos de 56 millones de euros. Muy poca cosa para los rumbosos Presupuestos Generales de Sánchez y un granito de arena en los platillos de la balanza del déficit público nacional.
Lo del vestido de novia de Tamara se está alargando intencionadamente para disputarle en el ‘Hola’ el protagonismo al último culebrón de Ana G. Obregón. Y puede que, una vez celebrada la boda y que se hayan acabado las elecciones generales de diciembre, en los balcones de la Puerta del Sol veamos este fin de año para retransmitir las campanadas de media noche a Tamara, Obregón y la Pedroche compitiendo por la audiencia de las grandes cadenas nacionales de la televisión.
Y si entonces Sánchez ha ganado las elecciones y está eufórico que nadie descarte recibir en su entorno familiar ¡una cesta de Navidad! No en vano y para entonces España ya sería la locomotora del crecimiento en la Unión Europea bajo la presidencia europea de un Pedro Sánchez triunfal.