Uno de los congresistas disidentes que complican el nombramiento de presidente de la Casa de los Representantes en Washington declaró sobre el asalto al Capitolio que eran turistas de visita; solo le faltó añadir que amable visita. Con semejante personal es con el que tienen que lidiar en la poderosa cámara norteamericana donde se cuece la política nacional y mundial. Finalmente, antes o después, habrá presidente republicano que gestionará una débil mayoría preparada para obstruir sin cuartel la política de Biden.
El espectáculo de los disidentes, todos ellos asociados al llamado Freedom Caucus y antes Tea Party, pone de manifiesto las tensiones internas del Partido Republicano contaminado por Donald Trump y antes por la corriente conservadora más extremista. Los dos años que quedan de legislatura demócrata, con temas tan serios como la continuidad del apoyo a Ucrania, cuentan con una exigua mayoría en el Senado que facilitará nombramientos y apoyo legislativo, pero con minoría al otro lado de la cámara que intensificará las investigaciones contra la Casa Blanca y a la obstrucción a las iniciativas legislativas del presidente y el Partido Demócrata.
Las tensiones internas en el Partido Republicano que tiene que tomar distancia de Trump y evitar su candidatura el 2024 abren oportunidades para acuerdos concretos con representantes republicanos moderados que quieren recuperar la esencia del “viejo partido” con espacio para el consenso y la gobernabilidad.
La agonía de Trump está siendo larga desde su derrota en noviembre de 2019 con malos resultados para los republicanos que empiezan a notar el cambio de que si antes no podían ganar contra Trump ahora no ganan con Trump. Un cambio lento pero constante que quedará patente a principios del 2024 cuando empiece la larga carrera de primarias para las nominaciones presidenciales y las elecciones al capitolio de noviembre de 2024.
La figura de Biden, que hace un año aparecía declinante, especialmente tras la retirada de Afganistán, ha recuperado aceptación e incluso posibilidades de reelección a falta de otro candidato demócrata con posibilidades.