Canadá consumó la eliminación

Canadá consumó la eliminación

EFECopa del Mundo de Baloncesto España Canadá

Todos los días no son Pascua. A la selección española de baloncesto se le han terminado las celebraciones. Llegó a la disputa del Mundial con el mayor título bajo el brazo y dos partidos, dos derrotas, la han devuelto a casa, le han impedido el pase a los cuartos de final y, además de no apostar por la renovación del título, tendrá que jugar un torneo preolímpico para poder acudir a París el año próximo. Nos habíamos ilusionado creyendo que se había producido con éxito el relevo generacional y la triste realidad ha sido caer ante Canadá en los instantes finales después de haber llevado ventajas hasta los instantes decisivos. Willly Hernangómez, Núñez y Aldama pusieron en la cancha esfuerzo y buen juego, además de canastas para recuperar el terreno perdido ante Letonia. Incluso en el último tiro de Abrines, que estuvo a punto de ser el empate, se mantuvo la posibilidad de seguir en juego a pesar de que en los momentos cruciales el canadiense, Shai, no falló ni un solo tiro de personal cuando necesitábamos su error y recoger el rebote para intentar lo que cada vez se tornó casi imposible. La conocida como “La Familia” ha sido eliminada, mas en ella hay futuro.

El deporte vive entre otras razones, porque en todas sus especialidades cabe la sorpresa. En el campeonato se ha dado la gran conmoción con la victoria de Lituania ante Estados Unidos (110-104).

No están libres del sofocón ni siquiera aquellos que, teóricamente, poseen toda la razón. Medio mundo está pendiente de la sanción que se pueda imponer a Luis Rubiales y nuestro máximo organismo judicial deportivo, el TAD, no considera muy graves los hechos protagonizados por éste. Este tribunal opina exactamente lo contrario que la opinión pública incluida la internacional. En hechos como el que se discute resulta inapropiado polemizar por un penalti o un gol anulado.

Posdata. Quique Setién terminó la pasada temporada con buena nota aunque con la sospecha de que quizá no era el entrenador que necesitaba la plantilla del Villarreal. Las dos derrotas seguidas lo han vuelto a colocar en la picota. Es el sino de los entrenadores. Con facilidad se les niega el turrón.

Sobre el autor de esta publicación

Julián García Candau

Nació en Vila-real (Castelló). Periodista.

Fue jefe de Deportes de “Ya”. Jefe de Deportes, Redactor Jefe y cronista parlamentario de “El País”. Director de Deportes de Televisión Española. Director de Deportes de la Agencia EFE. Director del diario “AS”. En la actualidad es colaborador de “Levante”.

Libros: “Santana”, “El fútbol sin ley”, “Historia de los Mundiales”, “Madrid-Barça- Historia de un desamor”, “La moral del Alcoyano”, “Bernabéu, el presidente”, “Celos, amor y muerte. Tragedias y pasiones del toreo” y “El deporte en la Guerra Civil”. Este libro el 26 de abril de 2008, el Premio de la Crítica en Valencia.

Ha colaborado en la Enciclopedia Espasa y en varios libros de diversos autores, entre ellos, “Historia de los espectáculos en España” y “Periodismo especializado”. En la actualidad es el único periodista en activo que informó de la victoria de la selección española de fútbol en la Copa de Europa en 1964. Posteriormente, asistió a las de 1968, 1980 y 2004.

Ha sido cronista de partidos de la selección española de fútbol desde 1963. Es el periodista deportivo que más crónicas ha dedicado al equipo nacional.

Ha sido enviado especial en campeonatos del Mundo de Alemania-74, Argentina-78, España-82, México-86, Italia-90, Estados Unidos-94, Francia-1998 y Alemania 2006.

Ha dirigido cursos de verano en la Universidad Menéndez y Pelayo de Santander y Juan Carlos I en Ronda, sobre cuestiones deportivas.

Ha pronunciado conferencias sobre deportes, olimpismo y lenguaje deportivo en diversas universidades españolas. Formó parte de la Comisión de Prensa del Comité Olímpico Internacional durante cinco años.

En 1975 le otorgaron el Premio Promosport en San Sebastián.

En 1989, recibió el Premio de Periodista del Año de “El Mundo Deportivo” de Barcelona.

En 1992 le fue concedido el premio Víctor de la Serna de la Asociación de la Prensa de Madrid. Es el único periodista deportivo que lo posee.

En 2006, le fue otorgada la medalla de plata el Mérito Deportivo. También fue distinguido con la Medalla del Barón de Coubertin que concede el Comité Olímpico Internacional.